Las abuelas deberían ser eternas. Ese es el comentario que más repiten seguidores de redes cuando conocen a un nieto o nieta mimando a su abuela. Esa frase, probablemente, la dirás mentalmente cuando sepas de Patricia Wheatley, una mujer que a sus 82 años sigue trabajando para consentir a sus nietos y bisnietos.

Tiene 4 hijos y enviudó en el 2000. Hoy, sigue laborando, comprometida con sus funciones. Trabaja para tener cómo regalarle a sus 26 nietos y 11 bisnietos en sus cumpleaños.

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Wheatley se acostumbró al trabajo desde muy joven.

Citada en Business Insider dice que su primer trabajo fue dar clases de música en primaria. Fue voluntaria en un centro de desarrollo juvenil local y llegó a enseñar en una escuela secundaria, donde estuve hasta 1973.

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Se unió en matrimonio en 1974 y alternaba su tiempo en criar a sus hijos y a trabajar junto a su esposo en su consultorio dental.

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“No volví a trabajar hasta finales de los años 90, cuando comencé a realizar algunas tareas de docencia sustitutiva”, narra.

Al enviudar debió buscar trabajo. No consiguió nada vinculado a la música, por lo que decidió estudiar orientación y realizar una maestría. Esta la obtuvo a los 57 años.

Hasta hace 11 años estuvo en puestos vinculados a la docencia.

Bromeando halló otro trabajo

A su puesto en una tienda de barcos llegó luego de hacer una broma.

Foto: Freepik

Atiende al público, aprende cosas nuevas a diario y no se detiene si se necesita pasar la aspiradora o colocar la decoración para festejar el 4 de Julio en Estados Unidos.

Gana 16 dólares la hora en este trabajo.

A la tienda llegó luego de decir, a modo de broma, a una amiga que iba a acercarse a Walmart para ver si quedaba al menos para dar la bienvenida a los clientes.

Pero, su amiga le preguntó: “¿Por qué no vienes a trabajar conmigo? Necesito a alguien que conteste el teléfono y haga algunos archivos”.

No lo pensó dos veces y se fue a la tienda de barcos, ubicada en el oeste de Pensilvania.

Los logros

Patricia Wheatley dice que pudo pagar su vivienda, tiene un auto y acaba de cambiar el seguro por uno en el que cancela menos.

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Cuenta que por sus 19 años en el sector educativo, no recibe una buena cantidad de Seguridad Social cada mes.

“Pero sí recibo lo suficiente para pagar todas mis cuentas. Hay que ajustar un poco más en algunos aspectos hasta que todo empiece a equilibrarse”, analiza.

A sus 82 años, estar inactiva no es opción. “No tengo mucho tiempo libre”, reconoce.

Trabaja y atiende un huerto familiar, participa en actividades de la iglesia, como el estudio bíblico.

Me pregunto por mi futuro, pero no le dedico mucho tiempo, porque tengo demasiadas cosas en las que estar ocupada.

Patricia Wheatley

“Me siento estable, y parte de esa estabilidad es este trabajo extra que complementa la Seguridad Social y la jubilación que recibo”, expresa.

¿Por qué trabaja a los 82 años?

La octogenaria destaca: “Soy solvente y puedo seguir siendo solvente”.

A Business Insider cuenta que tiene 26 nietos y 11 bisnietos.

“Me gusta dar regalos en los cumpleaños y en Navidad. No son regalos grandes, pero cuando tienes tantos nietos y bisnietos, son muchos regalos. Me gusta tener dinero extra para eso”.

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