“Mis padres se asustaron terriblemente cuando les dije que quería seguir la carrera militar”. Una decidida Esther Yáñez, que nació en una familia vinculada al mar, cambió su deseo inicial de estudiar medicina por ir al campo castrense. Convenció a sus papás y en ella toda España vio, años después, a la primera mujer al frente de un buque de guerra del país.