La península de Kamchatka, en Rusia, fue escenario el pasado 30 de julio de un potente terremoto de magnitud 8,8, el mayor desde 1952.
El fuerte seísmo provocó el despertar al unísono de siete volcanes en Kamchatka por primera vez en casi tres siglos, informó la agencia EFE.
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Además, la tremenda sacudida, registrada frente a la costa sureste de Rusia, dio pie a un “tsunami en el océano Pacífico”.
El evento natural devastador también se convirtió en un experimento científico sin precedentes, reseña Clarín.
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Lo que sucedió acabó con los argumentos de los científicos. “Lo que vieron los dejó completamente desconcertados”.
Es tan increíble lo sucedido, que, difunde Clarín, “está obligando a los científicos a reescribir la física que utilizan para predecir estos peligrosos eventos”.
Qué pasó tras el terremoto de Kamchatka
Cuando ocurría el terremoto, el satélite Surface Water and Ocean Topography (SWOT), “pasó en el momento preciso sobre el evento, capturando la primera imagen de alta resolución de un tsunami masivo desde el espacio”.
Los grandes tsunamis se comportaban como olas “no dispersivas”, creía la ciencia. Durante décadas repetían que el tsunami mantenían su forma como una única cresta gigante mientras viajaban a través del océano.
Pues bien, el satélite vino a comprobar algo distinto: “el tsunami se fragmentó, formando una ola líder relativamente grande seguida de olas más pequeñas”.
De acuerdo con Meteored, el terremoto fue el 30 de julio a las 11:25 am, hora local. El satélite, que es un proyecto co
njunto de la NASA y la agencia espacial francesa CNES (Centro Nacional de Estudios Espaciales), registró el tsunami unos 70 minutos después del movimiento telúrico.
En lugar de una pared de agua ordenada, el satélite mostró un patrón complejo y trenzado de energía dispersándose a lo largo de cientos de millas, añade el medio sureño.
Antes del satélite SWOT, los sistemas DART (Deep-ocean Assessment and Reporting of Tsunamis) capturaban datos solo en puntos específicos del océano, dicen en Clarín.
SWOT vino a cambiarlo todo: “Puede mapear una franja de 75 millas de ancho de la altura de la superficie del mar en un solo pase, permitiendo observar cómo evoluciona la geometría del tsunami en tiempo real”.
La NASA expone que “los datos de SWOT proporcionaron una perspectiva multidimensional del borde de ataque de la ola del tsunami provocada por el terremoto de Kamchatka”.
Al proporcionar datos sobre la altura, la forma y la dirección de la ola, SWOT está ayudando a los científicos a mejorar los modelos de pronóstico de tsunamis y proteger a las comunidades costeras.
NASA
Las mediciones incluyeron:
Una altura de ola superior a 45 centímetros (1,5 pies), que se muestra en rojo en la trayectoria resaltada, así como un análisis de la forma y la dirección de desplazamiento del borde de ataque del tsunami.
Los datos de SWOT, que se muestran en la franja resaltada que va de suroeste a noreste en la imagen, se comparan con un modelo de pronóstico del tsunami elaborado por el Centro de Investigación de Tsunamis de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.
Comparar las observaciones de SWOT con el modelo ayuda a los pronosticadores a validarlo, garantizando así su precisión.
Enfatiza la NASA: Los datos proporcionados por el satélite acuático están ayudando a mejorar los modelos de pronóstico de tsunamis, beneficiando a las comunidades costeras. (I)