Más de 20 caballos salvaje atraviesan un pueblo y dejan un recordatorio de la naturaleza olvidada con frecuencia

En Saint-Esprit, un pueblo de Francia , por estos días no se habla de otra cosa. Un hecho inédito con caballos salvajes los viralizó, pero también los marcó y ha dejado en profunda reflexión.En septiembre, que acaba de finalizar, una veintena de estos animales atravesó el poblado para no solo dejar postales de todo tipo.Ocurrió muy temprano. Una mujer escuchó un ruido y sintió que el suelo vibraba, describieron en Huffington Post. “Oí el sonido de unos cascos. Pensé que lo estaba imaginando”, narra Elena Martínez, quien dice que el momento fue mágico. La mujer iba a abrir su panadería y vio los caballos correr. “Los vi salvajes y libres, con sus crines reflejando la luz del amanecer”, señala Martine Laroche para Agle Distributor Snj. El motivo que llevó a esa manada de caballos a irrumpir en el poblado francés se desconoce, pero sobre el hecho hay distintas explicaciones.“Estos eventos son poderosos recordatorios del mundo que existe más allá de nuestros entornos construidos. Señalan la necesidad de coexistencia y un recordatorio de la naturaleza a menudo olvidada”.Así opina el doctor Liam Roberts, ecólogo especializado en interacciones entre humanos y vida silvestre.Es una fuerte señal para la humanidad, señala el experto.Si esos caballos llegaron hasta el pueblo es porque “podría indicar cambios en su hábitat natural, posiblemente debido al cambio climático o a la invasión humana de sus tierras”, opina el doctor.Biólogos y ecologistas también han opinado y la Cadena SER : “Estos animales nos recuerdan que también buscan su espacio en un mundo cada vez más dominado por la actividad humana”.Algunos plantean como necesario emprender campañas de sensibilización ciudadana y políticas más firmes de conservación, especialmente en un contexto marcado por el cambio climático, publica Huffington Post.Proponen creación de corredores ecológicos que faciliten el movimiento de especies, informa la Cadena SER.Hemos sentido la responsabilidad de actuar, afirma Laroche. “Empezamos con cosas sencillas como organizar limpiezas y promover iniciativas locales de conservación de la vida silvestre”, amplía.La Cadena SER divulga que el episodio de Saint-Esprit “deja un mensaje claro: proteger la biodiversidad no es opcional, es una tarea compartida”. (I)

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