Lejos de Dakota del Norte y de Phoenix, Arizona, donde durante años trabajó como tesorera estatal y en los sectores bancario e inmobiliario, la estadounidense Victoria Kjos, una jubilada de 71 años, vive, y disfruta en grande sus días, en Indonesia.

Esta mujer, con una vida social muy activa, familia y un buen círculo de amigos, sintió que no encajaba en la sociedad de su país.

Kjos se cuestionó su permanencia en suelo estadounidense: “Comencé a ver que nuestra cultura se había vuelto tan ensimismada. Tan impulsada por ‘el yo’ y tan centrada en el dinero, que me pregunté si allí era donde quería pasar el resto de mi vida o no”.

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Citada en CNN señala que realmente no eran otros los motivos que la llevaban a pensar en la posibilidad de cambiar de aire. La “existencia estadounidense de clase media no la satisfacía.

Su vivienda era “bonita y en buen vecindario”, su carro era un deportivo convertible y las salidas a galerías de arte, teatros o ir a cenar con amistades eran frecuentes.

Victoria Kjos fue instructora de yoga y llegó el día en que apostó por regalarse un “viaje espiritual”. En Arizona, hace 13 años, vendió varias pertenencias, casa y el vehículo.

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Bali, en Indonesia, la enamoró

Asia la fue cautivando y viajó a Nepal y Tailandia.

Foto: redes Victoria Kjos

La idea de conocer Bali, en Indonesia, le llegaba, una y otra vez, cuando otros viajeros la animaban: “Debes ir a Bali. Es maravilloso”.

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“Nunca dudé de que no me quedaría”, dice Victoria, en CNN, sobre su mudanza a Bali en el 2022.

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Conoció Bali tres años antes y fue como un amor a primera vista.

“Hay algo muy especial aquí y lo sentí de inmediato”. La conexión se dio.

Llegó a Bali agradecida de su largo paso por la India.

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Dice que es una persona diferente gracias a ese país y consideró: “Espero haberme convertido en alguien más amable, menos crítica, más paciente y reflexiva”.

Victoria Kjos, pese al interés que despertó en ella Bali, intentó probar suerte en México y visitó Mazatlán. No sintió nada parecido a lo vivido en la lejana Bali, razón más que suficiente para volver. En esa ocasión pasó un breve tiempo en Estados Unidos.

Por qué prefirió quedarse en Bali, Indonesia

Foto: redes Victoria Kjos

La jubilada estadounidense se radicó en Sanur, un pueblo costero en el sureste de Bali.

Apostó a vivir allí por múltiples razones:

  • La calidez de los ciudadanos
  • El clima es lo mejor, afirma
  • Puede ir a Besakih, un complejo de templos conocido como el “Templo Madre de Bali”

  • Dice que le va bien la vida “de ermitaña” que lleva y que el “único ruido” que escucha son los ladridos del perro de un vecino.

  • Ya ha conocido que “hay ceremonias para todo. Desde el nacimiento de un niño hasta cuando se le pone el nombre al bebé, pasando por la cremación y el aniversario de la cremación (…) La ceremonia es lo primero, lo que sería inaudito en mi país”.

  • El costo de la vida es bajo. El dinero le rinde y cuenta a CNN que “pedir comida a domicilio o a través de servicios de catering es tan barato, casi da pena”.

  • También lleva la ropa a la lavandería.

-Realmente, qué llevó a Victoria a dejar su vida de clase media en su país.

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Por lo que cuenta a la cadena informativa, “estaba desilusionada de la vida en Estados Unidos”.

Hoy, sus días en Bali son distintos, algunos yendo al spa; otros llenos de adrenalina. Recorre calles en un scooter. Se siente feliz, consentida por el Sol y por las playas.

Con información de CNN

(I)

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