Un hongo negro crece literalmente pegado a las paredes internas de uno de los edificios más contaminados del planeta, el reactor número cuatro de Chernóbil.

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Su nombre es Cladosporium sphaerospermum y lo descubrieron cuando un equipo científico liderado por la microbióloga Nelli Zhdanova exploró la zona de exclusión.

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Lo que encontraron fue inesperado. Al menos 37 especies de hongos conviviendo en ese entorno mortal, la mayoría de color oscuro por su alto contenido de melanina. Este hongo en particular no solo sobrevive, sino que parece estar en su mejor momento, dominando las muestras y mostrando niveles altísimos de contaminación radiactiva, apunta Science Alert.

Deslumbra la capacidad de este hongo

La sorpresa fue mayor cuando otros investigadores, Ekaterina Dadachova y Arturo Casadevall, comprobaron que la radiación ionizante no le hacía daño. De hecho, el hongo crecía mejor cuando estaba expuesto a ella.

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Ese tipo de radiación es capaz de romper moléculas y destrozar el ADN de casi cualquier organismo, pero C. sphaerospermum parecía aprovecharla de alguna forma.

En 2008, Dadachova y Casadevall propusieron una teoría llamada radiosíntesis. El hongo podría estar usando la melanina para captar radiación y convertirla en energía, algo parecido a lo que hacen las plantas con la luz solar a través de la clorofila. Hasta enviaron el hongo al espacio, lo pegaron al exterior de la Estación Espacial Internacional y confirmaron que bloqueaba parte de la radiación cósmica.

Pero aquí está el problema. Nadie ha logrado demostrar cómo funciona realmente ese proceso. No se ha podido identificar ninguna ruta metabólica clara ni probar que el hongo fije carbono usando radiación como fuente de energía.

Otros hongos melanizados muestran comportamientos distintos bajo radiación, lo que complica aún más la historia. Puede que sea una adaptación evolutiva o simplemente una respuesta al estrés extremo. Por ahora, solo se sabe que este hongo discreto y aterciopelado hace algo ingenioso con la radiación para sobrevivir donde los humanos no pueden.

(I)

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