A la ternura y amor que despiertan los perros en las personas solo hay una demostración de cariño inmediato que beneficia a ambos: las caricias.
Puede parecer muy normal que al perrito que tengamos en casa le regalemos todas las caricias que pidan o merezcan. Pero… ¿te provoca acariciar a los que ves en la calle?, ¿has pensado por qué vives acariciando perros que te encuentras al salir de casa?
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A los perros callejeros, difunden en Clarín, “el contacto humano les proporciona alivio emocional, reduce su estrés y fomenta la confianza, ayudándolos a sentirse más seguros y acompañados en su entorno”.
No te preocupes, si lo haces debes saber que la psicología tiene la respuesta. Antes de que la conozcas te decimos dos cosas.
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1. No dejes de acariciarlos, tomando claro está las medidas necesarias por si notas que está enfermo o un comportamiento violento. No hay que dejarlos a su suerte, si puedes busca ayuda.
2. ¿Conoces cuán beneficioso es acariciar perritos?
Te diremos, primero, la respuesta de la segunda interrogante.
Por qué es beneficioso acariciar un perro
Según reseña Ámbito, “investigadores de la Universidad de Florida establecieron que quienes sienten esta atracción hacia los perros suelen ser individuos empáticos y emocionales, capaces de ponerse en el lugar del otro”.
1) Menos ansiedad: tener una mascota puede ayudar a las personas que sufren de ansiedad y depresión, informan en Infobae.
2) Reduces el estrés: acariciar a tu mascota estimula la liberación de dopamina y serotonina, neurotransmisores que ayudan a reducir el malestar y mejorar el estado de ánimo. Además, reduce la producción de cortisol, la hormona del estrés.
3) Más confianza: El contacto físico con el animal provoca sensaciones de cercanía que también pueden trasladarse a nuestras relaciones humanas, señala Clarín.
4) Socialización: acariciar un perro puede abrir la puerta a nuevas conversaciones y fortalecer la sensación de comunidad en los espacios públicos.
Acariciar perros de la calle: qué dice la psicología
El contacto con un animal vulnerable despierta emociones profundas: compasión, cuidado y un suave recordatorio de nuestra propia fragilidad.
La interacción con perros de la calle fomenta la empatía y la conexión emocional, destacan en Psychology Today y cita Clarín.
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Hay psicólogos que opinan que quienes suelen acariciar perritos de la calle son “más empáticos, pacientes y capaces de generar vínculos afectivos profundos”.
Las personas que practican este hermoso gesto de cercanía “suelen desarrollar paciencia, generosidad y comportamientos que reflejan cuidado constante”. (I)