Esto sí que es increíble: un doble propósito buscaban, probablemente, los mayas cuando incrustaban piedras preciosas en la dentadura. Las más solicitadas eran las de jade y no solo, como recientemente se ha descubierto, las llevaban adultos. No, los niños podían también tener jade en sus dientes.
Colocar piedras preciosas en los dientes, de acuerdo con lo divulgado en La Vanguardia, no era visto únicamente como “complemento estético”.
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Cuando lo hacían, era, además, “como un elemento que actuaba como protector” para prevenir las caries e infecciones.
Sin embargo, en La Nación destacan que eso lo analizan los historiadores, a pesar de que la evidencia del estudio no prueba que el jade incrustado en los dientes se utilizara para propiedades curativas”.
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Incrustaciones dentales
Originalmente, se pensaba que las incrustaciones se colocaban en los dientes de los adultos mayas, pero una investigación estableció que “dientes permanentes de los mayas preadolescentes también lucen incrustaciones de jade”, indican en la revista Journal of Archaeological Science: Reports.
Las incrustaciones dentales fueron especialmente comunes en adultos mayas. “Más de la mitad de la población contaba con ellas”, informan los expertos.
Por ello se veían tanto en hombres como mujeres “a partir de los 18-20 años, durante los períodos Clásico (250-900 d.C.) y Posclásico (900-1550 d.C.) en lo que actualmente es el sur de México y algunas regiones de Centroamérica”, divulga La Vanguardia.
Las incrustaciones se diseñaron para incrustar piedras de pirita, jade y otros materiales en la superficie de la corona.
Journal of Archaeological Science: Reports
Determinaron investigadores que el procedimiento de incrustación de piedras preciosas -jade, principalmente- se realizaba alrededor de los 18 años cuando la mayoría de los dientes están completamente formados, lo que reduce el riesgo de dañar la pulpa dental.
Jade en dientes de niños
Arqueólogos detallan que, “hace siglos, niños y niñas de 7 años tenían ‘gemas dentales’ hechas de jade”.
¿Con qué sentido lo realizaban?
Quizás simbolizaban la madurez social o un rito de edad, según lo publicado en la Journal of Archaeological Science: Reports.
En un estudio de profesionales de dos universidades, la ‘Francisco Marroquín’, de Guatemala; y la Autónoma de Yucatán, en México, describn que analizaron tres piezas dentales y los niños no superaban los diez años para el momento del fallecimiento, apunta La Nación.
“Los arqueólogos determinaron que cada uno provenía de un niño de entre 7 y 10 años”, informa La Vanguardia.
Se desconoce si todos provenían de un mismo infante.
Los dientes analizados eran un incisivo central superior izquierdo (uno de los dientes frontales superiores), un canino superior derecho y un incisivo inferior.
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Probablemente, esta práctica -de incrustar piedras preciosas- no era tan extendida porque “las incrustaciones podrían haber sido un procedimiento demasiado invasivo para ser realizado en individuos tan jóvenes”.
La boca y el alma
La boca y el aliento “tenían un significado espiritual profundo para los mayas. Creían que el alma de una persona se manifestaba a través del aliento”, publica La Vanguardia.
Por esta creencia, “decorar la dentadura con materiales valiosos no era solo adornar la sonrisa, simbólicamente era una forma de fortalecer y anclar el alma al cuerpo”. (I)