Plantar un jazmín en maceta, para principiantes o amantes de la jardinería, resulta una muy buena opción “si desean disfrutar de su fragancia y belleza en un espacio limitado, como un balcón, una terraza, incluso una ventana”, aconsejan expertos.
En Verdecora señalan que “a pesar de la creencia popular, el jazmín es una planta rústica y sumamente resistente”.
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Zamioculca, la planta de interior más resistente: cuidados simples para mantenerla perfecta
Señalan que “ya sea trepadora o arbustiva, la auténtica belleza de esta planta está en su floración. Es hermosa a pesar de su sencillez. Y, además, es muy generosa y cuenta con un perfume único que la caracteriza”.
Cómo sembrar jazmín
En maceta los consejos los ofrece Ecología Verde:
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- Maceta: el tamaño de la maceta o matero para jazmín es bastante importante. Debe ser bastante grande para que la planta se desarrolle a sus anchas. Busca uno que tenga agujeros de drenaje.
- Sustrato: necesitas que quede una mezcla con un buen drenaje, que lograr colocando un lecho de guijarros en el fondo de la maceta. “Puedes preparar tu propio sustrato mezclando un tercio de fibra de coco, un tercio de turba y otro tercio de humus de lombriz, al que puedes añadir luego un puñado de vermiculita. Esto dará un sustrato ligero y con muy buen drenaje”.
Al plantar la semilla de jazmín recomiendan hacerlo a poca profundidad, cubriéndola después con una capa de sustrato.
- Riega con un pulverizador para sumar humedad suficiente al sustrato. Piden mantenerlo húmedo, “pero sin encharcar hasta que germine”.
- Sol: Coloca la maceta en una zona de semisombra, en algún lugar iluminado pero sin sol directo.
Cultivar un jazmín
A medida que las plántulas comienzan a brotar, explican en Pur Plant:
Retira la cobertura y colócalas en un lugar más luminoso, pero protegido de la luz solar directa.
Cuando las plántulas tengan al menos 4 hojas verdaderas y estén lo suficientemente fuertes, puedes trasplantarlas a macetas más grandes con sustrato bien drenado, similar al que usaste para germinar.
Asegúrate de manipularlas con cuidado para no dañar las raíces.
Después riega de manera modera, “dejando que la parte superior del sustrato se seque entre riegos. Asegúrate de que las plantas jóvenes reciban luz solar, al menos 4-6 horas al día”.
Y, una vez que las plantas estén establecidas, puedes fertilizarlas con un abono líquido diluido a la mitad de la dosis recomendada.
Durante los meses de desarrollo, “lo ideal es aplicar de manera mensual una dosis de abono”.
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A pesar de que el jazmín agradece el calor, lo cierto es que es una planta capaz de estar expuesta al frío, señala Verdecora.
Aleja las plagas
Nico Durán, un experto en cuidado de plantas, aconseja lo que puedes hacer con el vinagre para prevenir la aparición de ácaros, hongos, bacterias e insectos. Así cuidas el jazmín.
Propone, desde TN, hacer una solución y consiste en:
Diluir una parte de vinagre en diez partes de agua y dentro de un rociador
“La idea de aplicar vinagre es que se impregne en las hojas y las ramas para prevenir el ataque. Por ejemplo, es útil para repeler hormigas, aunque no para combatirlas”, aclaró el especialista, quien pide aplicar la solución “en las dosis adecuadas”. (I)