Han pasado ocho años desde que Enrique Gil Cañete se convirtió en piloto de caza F-18.El capitán Enrique Gil Cañete es uno de los 100 pilotos de caza de España. Conduce aviones <b>EF-18 Hornet fabricados en Estados Unidos por la compañía Mc Donell Douglas.</b>Contó parte de su vida en el pódcast de <a href="https://www.youtube.com/watch?v=uSvMq_Ii2ro" target="_self" rel="" title="https://www.youtube.com/watch?v=uSvMq_Ii2ro"><b>Uri Sabat</b></a><b>. </b>Ser piloto de combate puede llegar a implica tirar bombas, matar gente, pero “lo haces cubierto de tus valores, nosotros lo que queremos es vivir en paz”, dice.Uno de los momentos más duros de su carrera es haber visto a uno de sus compañeros morir en un accidente causado por un ave.“Que un pájaro te entre en la cúpula, es la velocidad relativa como si fuera una bala, es como si te dispararan un cañón o algo así”, ilustra.“Estaba volando y vi básicamente como el avión de mi compañero tuvo un impacto contra una montaña”, recuerda.Enrique Gil Cañete asegura que no es fácil entrar a un piloto de combate.“Tardamos mucho tiempo a través de varios cursos de vuelo, no de cursos de vuelo que son muy específicos”, cuenta. “El curso de vuelo no te lo puede dar cualquiera, te lo tiene que dar otro piloto de caza, sobre todo determinadas partes de esos cursos de vuelo”, indica.“Entonces es una formación que realmente es muy compleja y tienes muchos hitos a lo largo de ese curso de vuelo que te pueden tirar para atrás sin ir más lejos en los primeros cursos de vuelo”, aclara.Por ejemplo, si es 16 clases “no consigues volar solo te dan la baja y ya no puedes volar más”.“Yo, por ejemplo, en mi año entramos al curso de caza y ataque 10 personas y lo terminamos siete”, comenta.Recuerda que los tres compañeros que no lograron avanzar como pilotos de caza ahora son pilotos comerciales.“Después de esos cuatro años y pico duros les dieron la baja y bueno, ahora son pilotos de transporte excelentes e igual profesionales”.Entró a formarse en 2012. De 5.000 personas que se presentaron apenas había 27 plazas disponibles.<b>Empezó a volar uno de los aviones más completos del mundo a los 23 años.</b> Hoy tiene 31. “Es una sensación brutal, te sientes el rey del mundo”, cuenta. Pero luego, “te vas acostumbrando”, cuenta. <b>(I)</b>