Beltrán Briones, desarrollador inmobiliario: “Nadie quiere ser plomero ni albañil, hay crisis de oficios

El hábito no hace al monje. Un desarrollador inmobiliario, de Argentina , expresa su preocupación por “la crisis de los oficios” y en tono reflexivo pide a la gente no juzgar a nadie por sus pintas (ropa).En el trabajo, en el propio terreno, se da cuenta de esa crisis de los oficios cuando, por ejemplo, tiene que salir a buscar más plomeros.“A medida que vamos teniendo más edificios y vamos comprando más terrenos, mi plomero de abasto para seis obras, si le doy una séptima me dice: ‘Che, no me da la gente’ y entonces tengo que salir a buscar más”, cuenta Beltrán Briones.Opina que “no hay gente que labure (trabaje) bien, y los que hay te piden mucho y te manifiestan: ‘Yo sé que soy el único y es tanto”.Asegura, lo citan en AS , que la gente que trabaja en la obra tiene la capacidad de llevarse al bolsillo verdaderas fortunas.“El electricista y quien trabaja con el hormigón se pueden llevar fortunas cada quince días”, dice.El desarrollador inmobiliario advierte de una crisis de los oficios y amplía: “Nadie quiere ser plomero, nadie quiere ser eléctrico, nadie quiere hacer albañilería, nadie se quiere dedicar a estas cosas”. Briones cree que “se sobreestimó el valor del profesional, del título universitario, que si bien ayuda mucho, se desatendió el tema de los oficios”.Briones, quien es cofundador de Grupo Briones, aconseja a todos que no prejuzguen a nadie “por sus pintas”.Enfatiza: “No prejuzgues a la gente por sus pintas. Ganan mucho dinero, hay poca gente que trabaje bien, ellos lo saben y te lo cobran”.El experto en el sector inmobiliario lamenta que, en la actualidad, casi nadie tiene como aspiración trabajar en la construcción.Constatarlo es fácil: “Si vamos a la salida de un colegio y preguntamos por las aspiraciones de los chicos, ni uno te va a decir ser contratista de una obra, y yo te aseguro que estos, que visten con ropa humilde, ganan más que los gerentes de los bancos”. (I)

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