El ayuno intermitente es muy popular entre quienes buscan controlar su peso y beneficiarse de la autofagia. Sin embargo, hay que considerar ciertos aspectos antes de embarcarse en la difícil tarea de pasar 12, 14 o 16 horas sin comer, especialmente durante la menopausia.

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Expertas en salud, como la nutricionista española Carla Romagosa, cuestionan la efectividad del ayuno intermitente como solución para manejar los cambios corporales comunes en la menopausia.

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El ayuno intermitente puede no ser la mejor estrategia nutricional para las mujeres. Foto: Freepik

¿Es bueno el ayuno intermitente en la menopausia?

En una entrevista con el portal La Voz de Galicia, Romagosa aseguró que, aunque el ayuno ha sido extensamente estudiado en hombres y en el cuerpo humano en general, aún no hay suficiente investigación que evalúe su impacto en las mujeres.

Romagosa argumenta que, si bien el descanso digestivo tiene sus beneficios, el ayuno intermitente puede no ser la mejor estrategia nutricional en esta etapa.

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Durante la menopausia, la regulación del hambre y la saciedad está alterada debido a cambios hormonales, lo que puede complicar la capacidad de las mujeres para distinguir entre el hambre real y el emocional.

La reducción de la masa muscular, asociada a la disminución de los estrógenos, también contribuye al sobrepeso y a una menor percepción de la saciedad. Como resultado, muchas mujeres que intentan ayunar pueden experimentar un ciclo vicioso de restricciones y atracones de comida.

“El sobrepeso se produce por una reducción de la masa muscular debido a la bajada de estrógenos. Estos también contribuyen en los niveles de energía. Al reducirse, baja la energía y la mujer tiende a comer más para suplir ese cansancio. No percibe tanto la sensación de hambre y saciedad, así que no puede dejar de comer”, advierte la nutricionista.

Para las mujeres durante la menopausia, el ayuno no es la mejor opción.

Por su parte, Luciana Lasus, nutricionista especializada en nutrigenética y salud hormonal femenina, refuerza esta perspectiva.

En un artículo publicado en El País señala que el ayuno no es adecuado para todas las mujeres, especialmente si se realiza de manera inadecuada.

Sostiene que un ayuno prolongado, seguido de una ingesta descontrolada, puede llevar a desequilibrios calóricos y metabólicos.

“La falta de equilibrio hormonal puede hacer que las estrategias de ayuno resulten en que tu cuerpo almacene más grasa abdominal y otros cambios indeseables en la composición corporal”, explica Lasus.

En la perimenopausia y menopausia, una reducción drástica de calorías puede activar la grelina, aumentar la sensación de hambre y dificultar el proceso de quema de grasa.

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Explica que para quienes consideran probar el ayuno intermitente, se debe hacer de manera equilibrada.

La calidad de los alimentos durante el periodo de ingesta es tan importante como el tiempo de ayuno.

Para quienes consideran probar el ayuno intermitente, se debe hacer de manera equilibrada.

Incorporar proteínas de alta calidad, como pescado, pollo o productos lácteos, en las comidas iniciales del día puede ayudar a mantener estables los niveles de insulina y glucosa en sangre.

Una alternativa más accesible y menos estresante sería establecer un periodo de descanso alimenticio de 12 horas durante la noche, recomienda.

Aunque el ayuno intermitente puede ofrecer beneficios, su aplicación en la menopausia requiere un enfoque cuidadoso y personalizado.

(I)

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