La debilidad en los huesos puede provocar que los huesos se vuelvan quebradizos y más propensos a sufrir fracturas, incluso haciendo una actividad cotidiana sencilla, explica MedlinePlus.

Algunos medicamentos destinados a tratar afecciones específicas pueden causar como efecto secundario la pérdida ósea, y es que pueden causar la absorción insuficiente del calcio o la vitamina D.

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Foto: Freepik.

¿Cuáles medicamentos de uso común pueden debilitar los huesos?

1. Los corticoides

Este tipo de medicamentos derivados de la cortisona son necesarios para detener algunos procesos que causan daño serio en el organismo, como artritis, neumonitis o miocarditis. Si el tratamiento se mantiene por más de tres meses y se toman dosis superiores a 5 mg diarios, puede provocar problemas en los huesos, al disminuir el calcio que se aprovecha, estimulando la destrucción de los huesos y disminuyendo la producción de estrógenos, reseña Saber Vivir.

En todo caso es mejor preguntarle al médico si hay alguna opción como tomar suplementos de calcio y vitamina D para evitar ese efecto secundario.

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2. Antiácidos

Los antiácidos más extendidos son conocidos como inhibidores de la bomba de protones, permiten controlar los niveles de acidez en el jugo gástrico, por lo que se recetan para tratar alguna enfermedad gastrointestinal o una úlcera péptica, incluso, pueden venderse sin receta.

Estos medicamentos pueden aumentar el riesgo de caídas en personas adultas: te hacen sentir mareado o somnoliento

Cuando se toman por más de un año (aun con periodos de descanso), pueden alterar el normal funcionamiento de destrucción / creación del hueso.

3. Anticoagulantes

Los anticoagulantes mantienen la sangre más líquida en personas que tienen altas probabilidades de que se les formen trombos. No obstante, tomarlos puede producir un déficit o falta de vitamina K, que muy necesaria para los huesos, ya que fomenta la producción de osteocalcina, una hormona especial para mantenerlos fuertes.

Las mujeres mayores de 50 años tienen más riesgo

Hay varias personas que pueden estar propensas a sufrir debilidad ósea por consumo de medicamentos; sin embargo, las mujeres en edad menopáusica (50 años) tienen el doble de riesgo.

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