La Navidad es una temporada mágica donde la familia se une, los villancicos resuenan y el árbol de Navidad brilla con todo su esplendor. Pero si eres dueño de un gato, esa belleza festiva puede estar en territorio peligroso.
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El motivo es que las decoraciones parecen convertir a los adorables felinos en pequeños depredadores, no por nada, hay decenas de videos en las redes sociales que lo demuestran. Los gatos ven en las bolas brillantes y las luces titilantes una invitación a un ataque sorpresa.
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¿Cómo proteger el árbol de Navidad de gatos?
Antes de caer en pánico y pensar que el árbol no durará todo el mes, se pueden poner en práctica algunos trucos caseros que pueden ayudarte a proteger tanto a tu gato como a tu árbol, reseña El Comercio.
1. El árbol no debe ser tan llamativo
Los adornos brillantes y colgantes son como un imán para los gatos así que es recomendable elegir decoraciones menos tentadoras y resistentes. Si tienes adornos delicados, puedes colgarlos en las ramas más altas y menos accesibles, recomienda el portal ya citado.
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En cuanto a las luces, es mejor elegir las permanentes. Además, los gatos son curiosos y querrán jugar, así que asegúrate de proteger los cables con fundas de plástico.
2. Elige bien la ubicación del árbol
Si quieres asegurarte de que tu árbol esté a salvo, considera colocarlo en una habitación donde tu gato no pueda entrar, o al menos que se pueda cerrar. Una vez que selecciones el espacio, asegúrate de ubicar el árbol lejos de otros muebles. Lo ideal es que esté en una esquina.
3. Asegura bien el árbol
La seguridad es primordial. Tienes que prevenir que tu gato derribe el árbol y una solución fácil es usar cables para anclar el árbol a la pared o incluso al techo, y no olvides anclarlo al suelo con una base pesada.
Desde El Comercio también mencionan otros trucos como colocar papel aluminio alrededor del árbol, pero advierten que este método puede no funcionar en todos los casos, ya que algunos gatos son más persistentes que otros.
Asimismo, antes de comenzar a decorar, puedes rocíar las ramas del árbol con un producto amargo que, según dicen, a los gatos no les gusta. También se puede aplicar un spray repelente en las luces.
(I)