Después de la primera menstruación muchas niñas y adolescentes son diagnosticadas con el síndrome de ovarios poliquísticos, que es una enfermedad que debe atenderse, pues aunque no tiene una cura exacta, aumenta el riesgo de desarrollar diabetes, síndrome metabólico, enfermedades del corazón y presión arterial alta, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.