El Parque Nacional Yellowstone, ícono de biodiversidad en Estados Unidos, vuelve a ser noticia por un fenómeno que sorprende a la ciencia: tras más de ocho décadas sin regeneración en ciertas áreas, los álamos temblones (Populus tremuloides) están brotando nuevamente.
El Parque Nacional de Yellowstone se estableció el 1 de marzo de 1872 como el primer parque nacional del mundo, reseña su sitio oficial. Yellowstone es un volcán activo con una de las calderas más grandes del mundo. En Yellowstone hay más de 10 000 géiseres y aguas termales.
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Este renacer vegetal no es casualidad, sino el resultado de una estrategia ecológica iniciada hace 30 años.
Según Noticias Ambientales, la clave estuvo en la reintroducción del lobo gris (Canis lupus) en 1995.
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Durante los años 30, campañas de erradicación eliminaron a este depredador, provocando un desequilibrio trófico: los alces (Cervus canadensis), sin enemigos naturales, se multiplicaron hasta superar los 18.000 ejemplares.
Su sobrepastoreo impidió el crecimiento de nuevas generaciones de árboles, dejando bosques envejecidos y ecosistemas vulnerables
La reintroducción de depredadores cambió el paisaje de Yellowstone
El regreso de los lobos cambió el panorama. Con la reducción de la población de alces a unos 2.000 individuos, la presión sobre la vegetación disminuyó y los álamos comenzaron a regenerarse.
Un estudio publicado en Forest Ecology and Management, liderado por el ecólogo Luke Painter, analizó 87 masas de álamos y halló que en un tercio de ellas crecen ejemplares jóvenes y saludables, algo inédito en más de 80 años.
Muchos ya superan los cinco centímetros de diámetro.
La Universidad de Columbia Británica indica que al “analizar la historia de los lobos en el Parque Nacional de Yellowstone resulta evidente la gran importancia de su protección para el ecosistema, así como la relevancia de su reintroducción como una preocupación social y política fundamental”.
“Se espera que el regreso de los lobos a Yellowstone permita a otros parques naturales y reservas de vida silvestre comprender la importancia de las cascadas tróficas en cualquier ecosistema y cómo la eliminación de una especie puede tener consecuencias nefastas”, añade.
Además de la reintroducción de los lobos, también se suma el apoyo de muchas otras especies, como plantas y castores.
El Parque Nacional de Yellowstone es patrimonio de la humanidad
La presencia de más arbustos y flores aumenta la disponibilidad de alimento y refugio para aves, insectos y castores, y se observa un repunte en poblaciones de osos y pumas.
Los álamos actúan como especie clave. Aunque el éxito es evidente, persisten desafíos. El aumento de bisontes, menos vulnerables a los lobos, podría convertirse en una nueva presión sobre la regeneración forestal.
La importancia del Parque Nacional de Yellowstone es crucial para muchas especies además de los lobos, como osos, bisontes, berrendos, alces y borregos cimarrones. Naciones Unidas lo decretó reserva de la biosfera y patrimonio de la humanidad.
“Se espera que la reintroducción del lobo gris en el Parque Nacional de Yellowstone sea un precedente para futuras estrategias de conservación en todo el mundo y sirva como ejemplo de la importancia de las interacciones ecosistémicas”, agrega la Universidad de Columbia Británica.(I)