Es una de las plantas de interiores más nobles que existen. De fácil cuidado y enorme belleza, el potos es además una fuente de buenas energías si la disponemos de forma adecuada en nuestros hogares.
El potos (Epipremnum aureum) según el Feng Shui, es símbolo de crecimiento, equilibrio y prosperidad, cualidades que la han convertido en una de las favoritas para quienes buscan armonizar sus espacios.
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De acuerdo con PictureThis, el potos pertenece al elemento madera y se recomienda ubicarlo en la zona Este del hogar, donde se asocia con la salud y la armonía familiar.
Su energía, llamada Qi de Zhen, ayuda a estabilizar emociones y a mantener un ambiente equilibrado, favoreciendo la conexión con uno mismo y con el entorno.
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Además de su significado espiritual, esta planta tiene beneficios prácticos: actúa como purificador natural del aire, ayudando a reducir toxinas como formaldehído y benceno presentes en interiores.
Su resistencia y facilidad de cuidado la hacen ideal para principiantes, ya que tolera poca luz y requiere riego moderado.
El potos no es bueno para estos dos espacios
Pese a todas las maravillas que nos pueden proporcionar las plantas de potus, los expertos aconsejan evitar que crezca en exceso, porque un tamaño desproporcionado puede generar desequilibrio energético.
En Feng Shui, el potos también se asocia con la prosperidad. Se cree que su vigorosa naturaleza atrae oportunidades y riqueza, impulsando el desarrollo personal y profesional.
Los conocedores del Feng Shui recomiendan no colocar potos en dormitorios, pues su energía activa podría interferir con el descanso.
En los baños, según esta filosofía oriental, colocar potos puede interferir con la prosperidad, pues se corre el riesgo de que esta se vaya por las tuberías de drenaje.
Con su follaje verde y amarillo, el potos no solo aporta belleza, sino también una sensación de vitalidad y renovación. Una elección sencilla que, según la tradición oriental, puede transformar la energía de tu hogar y abrir camino a la prosperidad. (I)