Su aspecto es tierno, incluso gracioso, pero el mapache, nativo de Estados Unidos y Canadá, se ha vuelto un problema en España, al otro lado del Atlántico. Muchos lo asocian con las caricaturas, pero para los ecosistemas ibéricos se ha vuelto un problema.
El sitio Animal Diversity Web (ADW) dedicado a la recopilación de datos científicos de la Universidad de Michigan, señala que los mapaches son “extremadamente adaptables” y están en la mayor parte de Estados Unidos, sur de Canadá y en parte de Suramérica.
Publicidad
Además, han sido introducidos en algunos países de Europa como España, en donde ya se les considera una especie invasora.
Este mamífero se distingue por su máscara negra sobre los ojos y su peluda cola impresa con anillos negros.
Publicidad
La esperanza de vida del mapache en estado salvaje oscila entre los 5 y 16 años. Sin embargo, se ha documentado que es cautiverio y alejados de los peligros propios de la vida silvestre pueden vivir más de 20 años.
Los mapaches se alimentan de una gran variedad de frutas, plantas e incluso peces, insectos, huevos de aves y cangrejos de río, añade ADW.
Los mapaches arrasan con especies nativas de España por su voraz apetito
Los mapaches puede comer prácticamente cualquier cosa y en España, por ejemplo, se han vuelto una especie invasora al no tener depredadores naturales y convertirse en exterminadores de la fauna local.
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y medioambiente de España indica que en los alrededores de Madrid hay poblaciones establecidas desde 2003. También existen mapaches en Castilla la Mancha, Galicia, en el país Vasco y en la Comunidad Valenciana. “Su erradicación es difícil”, refieren las autoridades españolas. (I)