Se le conoce como tapir amazónico o danta, y es el mamífero terrestre más grande de Suramérica. El Tapirus terrestris puede llegar a pesar más de 300 kilos y es un gigante amable cuya preservación se ve amenazada por la cada vez más pronunciada destrucción de las selvas donde habita.
Este mamífero habita en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador. Guayana Francesa, Guyana. Paraguay, Perú. Surinam y Venezuela.
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El Grupo de Especialistas en Tapires (Tapir Specialist Group) explica que sus parientes vivos más cercanos son los rinocerontes y los caballos. “Los tapires son un fósil viviente; han existido desde el Eoceno, habiendo sobrevivido a oleadas de extinción de otros animales. Son el mamífero terrestre nativo más grande de Sudamérica, con adultos que pesan entre 136 y 318 kilos”, detallan en su sitio web.
Para 2018 la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (International Union for Conservation of Nature, IUCN) ubicaba al Tapirus terrestris como una especie vulnerable cuyas poblaciones han venido en declive.
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Existen cuatro especies de tapir en el mundo y la que citamos en este texto es el llamado tapir de tierras bajas.
Científicos detectan mutación genética en tapir en la Orinoquia de Colombia
Un grupo de investigadores entre los que destacan Ángela Alviz, del Departamento de Ciencias Biológicas del Texas Tech University y de la Fundación Orinoquia Biodiversa (FOB); Gina Quintero, Nidia Farfán-Ardila y Karen Pérez-Albarrací también de la Fundación Orinoquia Biodiversa (FOB), con eje de trabajo en Tame, departamento de Arauca, Colombia, descubrieron una mutación genética conocida como leucismo.
El Primer registro de leucismo en un tapir de tierras bajas silvestre Tapirus terrestris (Linnaeus, 1758) en la región de la Orinoquia colombiana fue publicado por la revista científica Notas Sobre Mamíferos Sudamericanos.
“Reportamos el primer caso de leucismo en una danta o tapir de tierras bajas (Tapirus terrestris) silvestre en Arauca, Colombia", apuntan los investigadores en la publicación.
El leucismo, explican, “ocurre como consecuencia de mutaciones genéticas y son raros en poblaciones silvestres”.
“El leucismo, caracterizado por la pérdida parcial o completa de pigmentación, pero con un color de ojos normal, a menudo se asocia con la deriva genética y la endogamia en hábitats fragmentados”, detallan.
Fragmentación de hábitat puede ser la causa del leucismo en tapires
Los investigadores consideran que “la fragmentación del hábitat debido a la expansión agrícola podría estar provocando aislamiento reproductivo y una disminución de la variabilidad genética”.
“Este hallazgo subraya los posibles riesgos genéticos que enfrentan las poblaciones del tapir de tierras bajas y la importancia de realizar estudios genéticos y esfuerzos de conservación para mitigar estos riesgos en paisajes fragmentados”, subrayan.
De acuerdo con Improve Veterinary Education, “a diferencia del albinismo, en el leucismo los ojos mantienen su color normal y no son más sensibles a la luz del sol”, por el contrario, “pueden ser ligeramente más resistentes pues el color blanco tiene un albedo elevado y protege más del calor”. (I)