La naturaleza se mueve todo el tiempo. Se adapta. Busca abrirse ante los cambios y esto es precisamente lo que ocurrió en Texas, Estados Unidos, donde biólogos quedaron atónitos al descubrir un ave híbrida que desafía la ciencia. Este hallazgo insólito ha capturado la atención de científicos y observadores de aves en Texas: un híbrido entre dos especies que, hasta hace poco, parecían condenadas a no encontrarse. Es resultado de cambios en los patrones de clima.El ave recién descubierta es un híbrido entre un arrendajo azul y un arrendajo verde.Se trata de la inesperada unión entre un <b>Chara azul (Blue jay) </b>y un <b>Cyanocorax yncas (Green jay)</b>, dos aves con territorios históricamente separados por cientos de kilómetros.El descubrimiento ocurrió en San Antonio, donde un residente fotografió al ejemplar con plumaje azul intenso y marcas faciales propias del Green Jay. Las pruebas genéticas confirmaron lo que la imagen sugería: el ADN está dividido casi a partes iguales entre ambas especies, según <a href="https://www.accuweather.com/en/weather-news/a-rare-jay-hybrid-emerges-in-texas-part-green-part-blue/1821389" rel="">AccuWeather</a>.<b>¿Por qué ahora? La respuesta apunta a cambios en los rangos de distribución.</b> Los Green Jays, antes confinados a la frontera sur de Texas y México, han avanzado hasta 200 millas al norte, mientras los Blue Jays dominan gran parte del este de Estados Unidos. Esto ha abierto la puerta a encuentros que antes eran improbables.Para los biólogos, el caso plantea preguntas fascinantes: ¿Cómo se comportará este híbrido?<b> Los Green Jays son sociales y lucen tonos verdes y amarillos, mientras los Blue Jays destacan por su inteligencia y capacidad de imitar sonidos.</b> ¿Qué rasgos heredará? Por ahora, no hay evidencia de otros híbridos, lo que convierte a este ejemplar en una rareza.El fenómeno no es aislado. A medida que el clima cambia y los hábitats se desplazan, la naturaleza responde con adaptaciones inesperadas. Ya se han documentado casos similares, como los “grolar bears”, híbridos entre osos polares y grizzlies, producto del deshielo que acerca sus territorios.Este hallazgo es un recordatorio de que la biodiversidad no es estática. Las fronteras que separaban especies se desdibujan, y cada encuentro inesperado revela la complejidad y la resiliencia de la vida en un planeta en transformación. <b>(I)</b>