Parece que está encendiéndose una luz en el escenario y ya estamos a la expectativa de la apertura de los teatros, para acabar con este síndrome de abstinencia teatral. Lo que ha pasado en la pandemia obligó y aún mueve a los artistas de artes escénicas a repensar su oficio y a presentar nuevas propuestas, para poder subsistir juntos con el teatro.

Una de las tecnologías con que el teatro se mantiene es el grafismo lineal. Arcano artes escénicas es un movimiento de la localidad que ha propuesto varios soliloquios desde su página, donde actores del medio han compartido sus monólogos. Podemos encontrar allí historias interesantes.

Con esto, los espectadores al parecer nos hemos convertido en algo exigentes. Porque ante tanto dolor, con el mundo bordeando el abismo, no aceptamos que el teatro sea superficial".

De la misma manera, hemos acudido al llamado de la convocatoria de otra forma de presentar el teatro, a través del video. Con esto, los espectadores al parecer nos hemos convertido en algo exigentes. Porque ante tanto dolor, con el mundo bordeando el abismo, no aceptamos que el teatro sea superficial. Menos hoy cuando necesitamos del convivio, de la presencia de los demás, más allá de lo tecnovivial. La tecnología colabora con el acontecimiento teatral, pero no colabora con la experiencia teatral. Por tal motivo, hay que esforzarse más desde lo tecnológico.

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Tonto amor fue la iniciativa dirigida y escrita por José Rengifo, producida por WOW teatro, en la que actuaban José Andrés Caballero y Lorena Robalino. Era una transmisión en vivo, teatro live transmitido por la política de la mirada de Zoom y sostenida por TicketShow. Cabe destacar que la plataforma que brindaba TicketShow es muy buena en todo sentido.

La obra en sí tuvo un carácter tonto, hasta podría creerse que esa fue la intención del dramaturgo. Pero acá no hubo nada. Podemos percatarnos que las actuaciones son un tanto flojas, cuando hoy los espectadores hemos sido inundados con reuniones, llamadas y divertimentos por aplicaciones de streaming. Y cualquier interlocutor común puede impactarnos más que un actor que no se esmera en esta modalidad alternativa. La obra fue el símil de una videollamada. Que sea virtual, no debería significar menos precisión.

Es una comedia romántica donde la protagonista a punto de casarse, se entera que su mejor amigo de la infancia está enamorado de ella. Qué fácil fue la reseña, cabe en un tuit".

La decepción no comienza allí. Esta se dio luego del largo tiempo de espera, haciendo creer al ciber-espectador que se venía algo bueno. Pero fue un intercambio de dos personas que duró 15 minutos. Nunca se advirtió que era ‘microteatro’.
Es una comedia romántica donde la protagonista a punto de casarse, se entera que su mejor amigo de la infancia está enamorado de ella. Qué fácil fue la reseña, cabe en un tuit.

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Como contraste les hablaré de algo novedosísimo. La otra forma tecnológica de presentar el teatro y que Espacio Muégano Teatro (EMT) nos lo trae. Han venido a dar clases con esta propuesta distinta para las épocas de emergencia, cortando con la zoommanía, y no es sino usando el recurso más elemental para que el teatro sea posible: la imaginación.

EMT inauguró Limbo Radioteatro, en la que brinda forma a sus obras magistrales (Pequeño ensayo sobre la soledad y Juguete cerca de la violencia), para niñas y niños de cero a ciento noventa y nueve años.

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Las obras están colgadas en Spotify, Soundcloud, Ivoox o simplemente las podemos escuchar desde su página web mueganoteatro.com. No tienen costo fijado, ya que se deja a la imaginación de los radioescuchas la cantidad que pueden donar en patreon.com.

El trabajo está divido en capítulos, en varios volúmenes semanales dejándonos a la expectativa de un nuevo episodio.
Es una labor monumental, que nos habla de la versatilidad con que este grupo guayaquileño trabaja. Quedarán las grabaciones de las obras, para repetirlas, para nuestra memoria, para archivo. (O)

ojosecosec@gmail.com