M ientras Gary estudiaba en el programa de premedicina en la Universidad de Loyola (Chicago, Estados Unidos), le solicitaron, como uno de los requisitos académicos, tomar una clase de artes liberales. Aquella  clase ‘de relleno’ se transformaría desde entonces en la carrera de vida del actor y cantante estadounidense.

“Me retiré del programa de premedicina y me comprometí para siempre con el teatro. No tengo una razón, solo supe intuitivamente que era lo que debía hacer”, recuerda. “Enseñé mi primera clase de actuación cuando asistía a la escuela de posgrado en la Universidad de Rutgers en 1982. Lo disfruté, pero nunca imaginé que seguiría enseñando. Finalmente comencé a enseñar en la ciudad de Nueva York en el Neighborhood Playhouse en 1990”.  En mayo de este año visitará el Estudio Paulsen para impartir la técnica desarrollada por Frederik Matthias Alexander, la cual comenzó a enseñarse en Londres, en 1931.

¿Qué lo motivó a especializarse en la técnica Alexander?

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Comencé a notar en mis clases que había ciertos estudiantes a los que no podía ayudar vocalmente. Esto me molestaba, pero no entendía por qué hasta que trabajé con alguien que enseñaba con la técnica Alexander y comencé a darme cuenta del impacto que este trabajo podría tener sobre la voz.

¿Cuáles son los fundamentos de la técnica Alexander?

Diría que la premisa básica del trabajo es establecer una relación mucho mejor entre la mente y el cuerpo para que podamos funcionar con mucha más eficiencia en nuestra vida cotidiana.

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¿Cómo describiría su proceso de aprendizaje?

La base de este trabajo es utilizar su pensamiento en relación con el cuerpo y nuestro estado actual de conciencia. Gran parte del trabajo es con la mente y el pensamiento. Aunque hay muchas cosas que se pueden practicar en relación con la técnica, es la aplicación de un pensamiento más eficiente lo que está en la base del trabajo.

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¿Cuáles son los beneficios?

Esto se consigue de muchas maneras porque el trabajo puede alterar la forma en que vivimos, respiramos, nos movemos y nos conducimos en nuestra vida. Básicamente, depende del estudiante y de cuán lejos estén dispuestos a ir con el trabajo. He visto a personas usar el trabajo para ser mejores, más rápidos, más eficientes y magistrales en casi toda actividad.

¿De qué manera su experiencia de liberarse de un cáncer ha influido en su enseñanza?

Siempre creí que el trabajo puede lograr cosas milagrosas, pero desde mi viaje a través del cáncer lo comprobé. En mi diagnóstico me dijeron que podía morir en cualquier momento sin casi ninguna esperanza de salvarme. Fue mi profunda comprensión de la obra de Alexander la que creo que evitó que eso sucediera.

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¿Cuál fue el propósito de escribir su libro Bliss?

Para que la gente sepa que, incluso cuando tienes pocas o ninguna posibilidad de supervivencia, hay cosas que puedes hacer por ti mismo para ser más feliz. Puedo decir que cuando casi morí fue cuando sucedieron las mejores y más edificantes cosas. Hay pocas personas que pueden decir eso sobre una experiencia tan desgarradora. Apliqué los principios de Alexander continuamente y no solo me animaron, sino que me mantuvieron calmado para  ver las soluciones delante de mí.

¿Cuál diría que es la mayor recompensa de una vida dedicada al arte?

Veo la vida únicamente como un viaje increíble lleno de aventura y desafío. He perdido el miedo en gran parte a casi cualquier cosa, incluida la muerte, y veo todo como potencial para  crecimiento y expansión. Me siento privilegiado de usar mi vida en el arte para despertar esa grandeza que nos espera a todos.

Informes:  El taller de Gary Ramsey en Guayaquil se desarrollará del 20 al 24 de mayo, de 18:30 a 21:00. 046-042-597, 096-018-9636, Info@estudiopaulsen.com.