Hay monos por todos lados, son literalmente los dueños del lugar. Misahualli, en la Amazonía ecuatoriana es un lugar muy particular donde manadas de traviesos monos hacen de las suyas.

El Ministerio de Turismo de Ecuador señala que Misahuallí, ubicada en la provincia de Napo, en el cantón Tena, “es un destino para recorrer bosques, ríos y cascadas que te harán enamorar de la Amazonía ecuatoriana”.

Los Centros de Turismo Comunitario (CTC) dan a conocer las “tradiciones de pueblos milenarios”.

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¿El Pikachu de las aves? Filman un impresionante pájaro carpintero de color amarillo que parece sacado de las caricaturas

Es por ello, que el Ministerio de Turismo recomienda visitar los CTC “Sichi Warmi, Shiripuno, Ayllu Awarina y Unión Muyuna, donde los habitantes de nacionalidad Kichwa le harán demostraciones de su cultura como gastronomía, danza, música, shamanisno, juegos ancestrales, artesanías y otras actividades que resaltan sus costumbres”.

El puerto de Misahualli, en la Amazonía ecuatoriana está lleno de manadas de monos que hacen de las suyas.

Serpientes de peluche para ahuyentar a los monos

Los comerciantes han optado por tener serpientes de peluche en sus locales para ahuyentarlas.

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Es común que estos monitos les roben pertenencias a los turistas, en especial si es comida que está visible.

Victoria Toscano compartió una reseña en su cuenta de TikTok @victoriatoscanoz donde plasma lo que ocurre en Misahualli con los monos.

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“Este pueblo amazónico le pertenece más a los monos que a las personas. Son los dueños del lugar, los ves por todas partes, en total libertad”, describe Toscano.

A los turistas se les sugiere no darles alimentos a los monos, en especial si se trata de ultraprocesados no aptos para estos animales.

En caso de querer tomarse una foto con estos adorables monos lo más recomendable en todo caso, es ofrecerles frutas amazónicas que forman parte de su dieta y no les hará daño.

Lamentablemente algunas personas molestan a los monos y pueden llegar a incomodarse al punto de ponerse agresivos.

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“Es un lugar que vale mucho la pena visitar”, remarca Toscano.

La especie es el mono capuchino de frente blanca del Marañón (Cebus yuracus). (I)

Captan el alucinante momento en que un colibrí con unos particulares calzoncillos blancos en su plumaje se baña para aliviarse del calor