La venta de productos navideños y especias para la cena navideña sufren bajas ventas a causa de la pandemia del COVID-19. Los comerciantes están preocupados por las ventas bajas y aseguran que la clientela no llega pese a que hacen rebajas. Esperan que al llegar diciembre el mercado mejore.

A Anita Gavilánez, vendedora de frutas en el Mercado Central, le descontenta los bajos precios que percibe este año al finalizar cada mes. Antes de la pandemia, comenta, ganaba $ 500 y ahora recauda unos $ 300. En este mes festivo con sus frutos secos espera con esperanzas recaudar más.

Entre rosas se encuentra Alexandra Molano, quien con asombro comenta que el año pasado era mejor porque vendía muchas rosas y flores de diferentes tipos. Ahora en esta pandemia algunas flores se le han muerto y hay pocos clientes. Para que le compren ha puesto ofertas para que la clientela se acerque. Antes una rosa costaba 30 centavos, ahora vale 20 centavos y seis rosas las vende a $ 1.

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Los vendedores del Mercado Central con expectativa esperan que el mes de diciembre sea mejor y que las personas se abastezcan de los productos que ofrecen relacionados con las festividades por Navidad y fin de año.

Abasto Morocho llama a la gente ofreciéndole sus productos como nueces, pasas, almendras e higos. Explica que los clientes están comprando poco a poco frutos secos para la cena navideña. Al día recauda $ 20 a $ 30. Antes de la pandemia ganaba $ 100 diarios.

En la Catedral decenas de comerciantes exponen las velas de Adviento utilizada en algunas iglesias cristianas para simbolizar cada uno de los cuatro domingos del Adviento.

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Cristina Rodríguez con velas de diferentes colores e imágenes religiosas en mano llama a las personas a que compren. Este año bajó en ventas su negocio y ha ubicado ofertas como la docena de velas que vende a $ 1,50 a $ 1. Sin la pandemia recaudaba $ 60 diarios y en este año gana diariamente $ 30.

En almacenes, el artículo con más demanda son las coronas y velas de Adviento que están al 50 y al 20 por ciento de descuento.

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Árboles y muñecos navideños, guirnaldas, luces multicolores se observan en el Mercado de las Cuatro Manzanas. Estos artículos recién llegados de Perú y China esperan comercializarse.

Guillermo Ordóñez, rodeado de personajes navideños, relata que la venta está baja; esto lo ha llevado a ubicar descuentos. Un muñeco cuesta $ 18 y lo vende a $ 15.

Poner ofertas a las mercancías para los clientes no resulta provechoso porque no recupero lo que debería ganar, dice con molestia Érika Tomalá mientras arregla su negocio.

Además, la celebración religiosa comenzó con el primer domingo de Adviento, el tiempo de preparación (cuatro semanas) para recordar la llegada de Jesús, el Hijo de Dios, según la tradición católica-cristiana.

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Para celebrar este homenaje, monseñor Luis Cabrera, arzobispo de Guayaquil, menciona que ha pedido que se celebren más misas para que más fieles puedan participar manteniendo el aforo y distanciamiento.

El aforo reducido en las iglesias, templos y otros espacios, en este año no habrá actos que puedan generar aglomeraciones y posibles contagios de COVID-19, como sí ocurría en años anteriores en los que participaban también los niños y jóvenes con juegos, cánticos y otras actividades concernientes a la Navidad.

El médico y epidemiólogo Jhony Real Cotto dice que en estos actos y en las actividades festivas por diciembre hay que tener más precaución para evitar los riesgos de contagio, más si se desconoce el estado de salud de los demás participantes en novenas, rezos y otros, pues recuerda que el 70% de los contagios de COVID-19 son asintomáticos.

Los comerciantes esperan surgir económicamente en sus negocios en estas vísperas. (I)