María, una mujer de 52 años, se lanzó desde lo alto del complejo de puentes de la Unidad Nacional la semana anterior. Pasaba por un cuadro de depresión y quería quitarse la vida, porque fue alejada del nieto que crio durante años y su hijo está preso.

Por fortuna para ella, esta madre y abuela sigue viva, pues en el momento en que se lanzó pasaba una lancha por el río y unos hombres la rescataron antes de que se hundiera.

El caso de esta mujer no es aislado, el coronel William Calle, jefe de Policía del Distrito Durán, revela que semanalmente tienen unos cinco intentos de suicidios en el puente que une a Durán con La Puntilla (Samborondón).

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Por ejemplo, cuenta el caso de un menor que estaba deprimido por problemas con su familia y que publicó en Facebook que se iba a suicidar.

El joven fue rescatado, pero minutos después regresó al puente para intentar lanzarse.

Es una situación para la que los policías no han sido capacitados, dice el coronel Calle, quien planifica para esta semana un simulacro.

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“Vamos a anclar a alguien como si se fuera a lanzar y un policía tiene que ir a negociar. Vamos a llevar a los psicólogos para ver cómo deben hacerlo”, explicó el jefe del sector, quien sostiene que cuando se reportan estas novedades normalmente el primero en llegar es el policía que está más cerca.

En la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) se registraron hasta la semana pasada 107 suicidios durante el 2020. Guayas está en cuarto lugar seguida de Pichincha, Tungurahua y Azuay.

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Según cifras de la Policía, 890 personas se han suicidado en lo que va del año en Ecuador. Pese a la cifra, no hay estudios más detallados.

Psiquiatras como Julieta Sagnay, quien trabaja con el Municipio de Guayaquil, ve con preocupación esta situación y explica que primero hay que cambiar la mentalidad y ese estigma que hay al acudir donde un profesional.

“Esta semana atendí a una reina de belleza que decía sentirse fea, que no servía para nada. Y no depende de ella, es algo endógeno, su cerebro no genera serotonina, ni dopamina, ni endorfina. Es como una máquina que no tiene aceite. No puedo pedirle que ponga de su parte, tengo que ponerle aceite”, explica la especialista.

A ella le preocupa que en los últimos años ha visto estos casos en adolescentes y que muchos allegados piensan que es por llamar la atención cuando, según la profesional, en realidad sí requieren tratamiento.

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Sagnay explica que la psicología es una forma de hacer contención, porque tras superada la crisis (intento de suicidio) hay que quitar el tratamiento y hay que darle al paciente estrategias psicoterapéuticas para vivir.

“Cuando nos duele la rodilla vamos donde un traumatólogo, por problemas estomacales vamos donde el gastroenterólogo, por qué no ir donde un psicólogo o psiquiatra cuando sentimos que nuestra salud mental no está bien. Aquí la gente prefiere ir donde un brujo antes que recurrir a un profesional”, expresa Sagnay.

Sara Torres, jefa de hospitalización del Instituto de Neurociencias, está de acuerdo y revela que esta resistencia existe sobre todo en la Costa. Ella explica que en lo que va de septiembre ya han sido internadas once personas por intentos de suicidios y explica que desde el 2015 hubo un incremento de casos.

Dice que los detonantes son rupturas de pareja, despidos, problemas familiares, de consumo y falta de adaptabilidad al encierro obligatorio por la pandemia del COVID-19. (I)

Cifras

  • 890 suicidios se han registrado a nivel nacional en lo que va del año 2020.
  • 107 personas se han quitado la vida en 2020 en la zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón).
  • 154 personas se han suicidado en lo que va del año 2020 en el Distrito Metropolitano de Quito, Pichincha.
  • 122 personas se han suicidado en lo que va del año 2020 en la zona 3 (Cotopaxi y Tungurahua).
  • 65 personas han sido internadas por intentos de suicidio en el hospital de Neurociencias en lo que va del 2020.

Se interna a pacientes en área especial

Un intento de suicidio es considerado una emergencia hospitalaria, por lo que se debe internar a la persona.

Puede tomar 15 días o hasta un mes estabilizar a un paciente, cuenta la psiquiatra Sara Torres, quien está a cargo del Área de Vida del Instituto de Neurociencias, un espacio creado en el 2015 específicamente para quienes han intentado quitarse la vida.

Torres sostiene que esta área fue ideada para atender a ocho personas, pero en este año se aumentó la capacidad a 15 por la demanda.

Cuenta con videovigilancia las 24 horas y sensores de movimiento para advertir cuando un paciente se levanta. Además, se requiere a un familiar ahí todo el tiempo.

Han recibido a personas que han querido suicidarse hasta cinco veces.

En 2019 tuvieron 133 pacientes hospitalizados. Durante el 2020 se han recibido 65.

La mayoría de los pacientes tienen entre los 15 y 35 años, pero también han tenido niños de 13 y 14 años.

El Ministerio de Salud y el Instituto Ecuatoriano de Seguro Social asumen los gastos de este tratamiento cuando se interna a un paciente. (I)