Jorge Wated dice que muchas noches no pudo dormir en la etapa fuerte de recoger cadáveres de las calles y casas de Guayaquil, en esta crisis sanitaria por el coronavirus. Ejercía la jefatura de la Fuerza de Tarea con ese fin. Señala que tampoco podrá dormir ahora que desde el lunes pasado ejerce la presidencia del Consejo Directivo del IESS, entidad cuyos hospitales enfrentan denuncias de corrupción, como la compra de bolsas para cadáveres a $148 cuando en el mercado valen $12.

En redes sociales le deseaban suerte llamándolo “el sepulturero”, ¿como responde a eso?

De la misma forma que lo respondí en su momento, si sepultar a más de 3000 personas, levantar más de 3000 personas en la ciudad de Guayaquil en esta pandemia, me hace merecer el nombre de sepulturero, lo asumo con el mayor de los gustos, agrados y el mayor honor...

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Difícil, sobre todo por el momento que se vivía. ¿Cómo encontró, realmente el Ecuador no tenía un protocolo, Guayaquil peor, los cadáveres aparecían botados, gente en desesperación, tenían 4 a 5 días en sus casas y no les quedaba más que botar en la acera, embalado?

No creo que haya habido una ciudad que haya podido manejar algo así, quizás los países que han tenido guerras... pero países como los nuestros, que no han sufrido temas de esta naturaleza y sobre todo en el volumen. Estamos hablando de que fallecían más de 500 personas al día en Guayaquil durante un largo tiempo. Eso generó toda una problemática que nos tocó componer y asumir aquella responsabilidad. Gracias a Dios las cosas se lograron nivelar, hoy ya estamos terminando este capítulo...

¿Hubo o no hubo un marco legal cuando usted llegó, cómo asumió, con qué marco legal?

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Lo que pasa es que esta pandemia nadie la conoce, todavía no la conocemos completamente, entonces había dudas. Se utilizaban los protocolos del Ministerio de Salud, se fueron agilitando en el tiempo y se logró hacer un trabajo más ágil. Aquí hay que hacer una puntualización, el levantamiento de fallecidos a nivel nacional no lo hacemos los municipios, prefecturas, Gobierno central, sino que lo hace el sistema privado y lo que nos tocó hacer como Gobierno fue asumir esa tarea.

Fue tan crítica la situación que en las morgues de los hospitales estaban amontonados los cuerpos y la gente entraba a buscar a su muerto o tenían que pagar $300 para que los localicen...

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Todas las morgues a nivel de Guayaquil estaban colapsadas. Las morgues de los hospitales son relativamente pequeñas, no están diseñadas para pandemias, para tener 80 personas, las clínicas privadas también tuvieron que instalar morgues móviles en sus espacios... En ninguno de los casos tenían a sus familiares en paralelo (...), los dejaron ahí y eso generó una acumulación por muchos motivos, el mismo miedo, la misma enfermedad porque era gente que también sus propios familiares estaban enfermos, no podían ir a ver a sus fallecidos... Ahora, si bien nos quedan 100 fallecidos por sepultar porque están en proceso de identificación, fueron sepultados por la Fuerza de Tarea más de 1400 y ayudamos a que se sepulten 1200 más.

En contenedores se mantienen los alrededor de cien cadáveres recogidos por la Fuerza de Tarea y que están sin identificar. Foto: Archivo/José Beltrán.

Qué pasa con esos 100, decía el ministro de Salud que los hospitales tenían la obligación de seguir un protocolo de identificación ¿Se hizo eso o solo los botaron en el contenedor?

No. Esto fue un grupo que fueron los primeros, antes de que se inicie la Fuerza de Tarea, donde simplemente se levantaba, se ponían y se los identificaba. La identificación en todos existió, nadie puso un cuerpo en una morgue fría sin identificación. El problema es que para mantener la identificación tú debes mantener la cadena de frío. ¿Qué pasó aquí?, como tú bien lo dijiste por $300, $200 comprabas a alguien para que se meta a buscar a tu fallecido o te meta a ti para buscar a tu fallecido en ese hospital, entonces cuando tú abres un contenedor de estos pierdes la cadena de frío.

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¿Y por eso se enterró o se entregaron certificados a personas que no habían muerto y empezaron a aparecer?

No, esos son errores puntuales de los hospitales, de cómo ellos trataron a sus fallecidos. Desde un punto entendible, pero no justificable.

Y ahora, ¿podrá dormir tranquilo al asumir el nuevo cargo en el IESS con toda la corrupción denunciada, como el caso de las fundas de $12 que se negociaron en $148?

Una vergüenza... Yo provengo del sector textil entonces cuando veo una funda de $148, alguien que no conoce se sorprende, imagínate alguien que conoce. Yo dije: esto no puede ser. Llamé al director, llamé a la gerenta primero, le pedí una explicación rápida, me dijo que me iba a pasar un informe. Me llamó la atención porque un gerente que contrata insumos médicos y que tiene que estar pidiendo informes quiere decir que es alguien que no controla. Y la verdad es que inmediatamente todos actuamos, actuó Paúl Granda que estaba de salida y actué yo que estaba de entrada. Hablamos con el gerente del IESS porque hay que entender el IESS, yo presido el Consejo, donde hay participación del sector privado, los trabajadores y del Estado y de ahí tienes un gerente general como si fuera un banco, una empresa, tiene un directorio, un gerente general y una cantidad de ramificaciones...

Pero quien preside el Consejo Directivo tiene que actuar. Hablamos no solamente lo de ahora, sino lo de las mascarillas, lo del Teodoro Maldonado Carbo, donde a un funcionario casi lo matan, una serie de cuestiones. ¿Hay responsabilidad de su antecesor?

El presidente del Consejo Directivo es quien frentea el IESS, pero quienes tienen la responsabilidad legal son los directores de los hospitales, en relación a lo que hacen, eso no quiere decir que el directorio no tenga que actuar cuando ve una situación así o que tenga que estar siempre revisando y que la estructura funcione y tomando medidas para que exista control.

En redes sociales y veedores atribuyen los manejos de los contratos a una familia de políticos de Guayaquil. ¿Cómo poder actuar ante eso?

Cuando tú tienes todos estos rumores, verdad, no dejan de ser rumores, uno no tiene que dejar de escucharlos y tiene que estar atento. Usted abre una red social y ve de todo, ahí vi yo una foto de un personaje con barba al lado de un expresidente, que decía que era yo... Yo he sido un ciudadano que he trabajado en tres gobiernos (...) y en todos los cargos que he asumido, con críticas y con aciertos he tratado de hacer el mejor trabajo posible, en todos. De hecho le he metido el 101 %.

Hay grupos sociales que reclaman que siempre caen presos los empleados pero no llegan a quienes están manejando los negociados, ¿cómo descubrir?

Tampoco tú puedes agarrar y ponerle el dedo a una persona porque alguien lo dice ya tú los tienes que ajusticiar. Entonces, claro para eso existen la ley y la ley hay que hacerla cumplir, y la tiene que hacer cumplir quien la compete hacerlo.

Usted viene del sector bancario estatal, sabe cuál es el estado situacional del Biess, mucha gente se habrá muerto, otros tendrán problemas porque la gente se fue a la calle y no podrá aportar, están hablando de una mora con el Biess, especialmente no tienen con qué pagar ya que han perdido sus trabajos.

Esto es muy complicado cuando una economía retrocede como lo que nos ha pasado ahora, nos toca retroceder a todos. El caso del IESS es más complicado porque si retrocede, te genera un problema grave en el pago de pensiones, entonces, es una camisa de 11 varas, es un relojito que sacas la mínima pieza y se te puede parar completamente, entonces, tienes que ir viendo, dándole la vuelta e ir viendo cómo manejarlo. Evidentemente el costo por los gastos en salud se han incrementado, el problema es cuando se te incrementa con un sobreprecio, entonces, hay que cuidar por todos lados. Estamos buscando qué alternativas tenemos para seguir en el ritmo en el que estamos curando a las personas, salvando gente, atendiendo en salud, pagando pensiones y viendo qué alternativas para dar un respiro a las empresas.

El IESS está en un momento bastante difícil y para decir vamos a cobrar la deuda al Estado, el Estado tampoco tiene dinero, pero tampoco el IESS pude convertirse en el salvador del Estado como sucedió años atrás.

Pero no tenemos que irnos muy así tampoco, el Estado pagó el día de ayer (lunes) $140 millones, perdón, el viernes pagó $140 millones, la próxima semana va a pagar $160 millones más, hay acuerdos con el Estado para el reconocimiento de la deuda que tiene con el IESS, hay alternativas de pago que se están planteando de parte del Gobierno, del IESS... En un año qué es lo que nos queda, va a ser muy difícil darle la vuelta a todo, peor en la crisis en la que estamos, pero sí encaminar y dejar ciertas cosas listas, ordenada. (I)