Son 1247 cuerpos que fueron enterrados hasta la tarde del jueves, según registros de la Fuerza de Tarea Conjunta. Hay 884 sepultados en el cementerio de Pascuales y 363 en Parque de la Paz, en La Aurora.

Jorge Wated, quien lidera este proceso, explicó ayer que existen 260 cuerpos pendientes de enterrar de dos morgues móviles. Son 180 que están identificados y 80 por validar información.

Wated indicó que este es el grupo que falleció antes de que se cree la Fuerza de Tarea. Y que el proceso se ha hecho lento, pero garantizando una sepultura digna a cuerpos totalmente identificados.

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“Sepultamos lo de todos los días y se hace el proceso con los restantes, y tome el tiempo que tenga que tomar se debe identificar a todas las personas. Yo no puedo enterrar sin identificación, una tumba que diga NN (no identificado), no puede ser”, manifestó.

Una de las familias que persisten en la búsqueda de su ser querido es la Quimí Escalante. Ellos denunciaron que tres de sus ocho integrantes fallecieron con COVID-19.

María, una de las dos hijas de Leopoldo Quimí, explicó que su padre fue el primero en morir, el 30 de marzo, y desde entonces está desaparecido.

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Agregó que dos tíos fallecieron en días posteriores y sabe que ya fueron enterrados. “Del cuerpo de mi papá aún no sabemos nada”, dijo ella, quien revisa tres veces al día el listado oficial en la página web www.coronavirusecuador.com para ver si tiene noticias.

La mujer que vive con su familia en Ciudad de Dios, en el noroeste, contó que por seguridad ella no hizo los trámites tras el deceso de su padre.

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“Fueron días de espera, de largas filas, para hacer todos los formularios y luego de días de insistencia finalmente dijeron que no hallaban el cuerpo, que ahí nunca llegó y las mandaron a otras morgues”, relató ella.

Otra hija que busca desde hace semanas el cuerpo de su padre a través de las redes sociales es Johana Yépez.

Ella publicó en su cuenta de Twitter que su papá murió el 26 de marzo en el hospital de Infectología y que el cadáver aún no aparece. “Hemos ido al Parque de la Paz, hemos consultado en la página oficial y nadie nos da respuesta, el cuerpo no asoma”, dijo en su denuncia.

En la misma situación se encuentra la familia de Flavio Rasta. Él publicó en redes sociales que su padre falleció el pasado 1 de abril en el hospital Guasmo, en el sur. Y que desde el fallecimiento pasaron cinco días (del 3 al 8) buscándolo dentro de la morgue y no lograron encontrarlo. No tiene respuesta.

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Murió por falta de diálisis y no hallan cuerpo

Bolívar Bazurto, de 61 años, falleció el 28 de marzo pasado en el hospital Teodoro Maldonado Carbo, del IESS, a causa de insuficiencia respiratoria y renal, ya que su tratamiento de diálisis disminuyó radicalmente al iniciarse la crisis sanitaria. Su familia denuncia que no solo fue el dolor de su partida sino que hasta el momento no encuentran el cuerpo.

Deysi Cerezo, esposa del fallecido, explicó que antes se hacía tres sesiones de diálisis a la semana, cada una de cuatro horas. Luego le quitaron un día y le hacían pocas horas, entre dos y tres, por lo que deterioró su salud por completo.

“Nadie me dio razón, hice filas interminables para el papeleo, me amanecía haciendo fila para decirme que se lo llevaron en contenedores. Que esperemos que nos llamen o nos informen, en la página no hay información, no tenemos quién nos dé respuesta y consuelo”, lamentó la viuda.

Cristina Freire, vocera de los centros de diálisis, explicó que ya superan los 200 fallecidos a causa de la falta de diálisis y de medicación para pacientes renales, ya que aún no reciben pagos por parte del Gobierno para comprar insumos y remunerar al personal. Agregó que de no tener recursos no podrán atender a más de 600 pacientes renales. (I)