Es una escena de terror. Decenas de cadáveres envueltos en plásticos negros sin poder ser retirados por sus familiares saturan varias áreas de hospitales guayaquileños.

Apilados en contenedores, cuartos o camas, la presencia de estos cuerpos refleja la dimensión de la gravedad de la crisis sanitaria que vive Guayaquil ante la pandemia COVID-19.

Juan José Alvarado, de 41 años, falleció el pasado lunes 30 de marzo por problemas respiratorios y síntomas relacionados al COVID-19. Desde el lunes 24 de marzo estaba internado en el hospital del Guasmo sur.

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El lunes 30, su hermano Michael Alarcón acudió para conocer noticias de él. Al llegar al centro hospitalario le informaron que su hermano había fallecido por una neumonía. Esta no sería la última noticia dolorosa que recibiría.

Según Alarcón, en el hospital le indicaron que no le podían dar el cuerpo de su hermano porque “iba a ser cremado y enviado a una fosa común”. Dijo que ninguna autoridad del hospital “salió a dar la cara”.

Los fallecidos de ese centro hospitalario son llevados a tres contenedores en un área externa. Paulatinamente, en el hospital permitieron que los familiares buscaran los cuerpos entre el tumulto de cadáveres.

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“Estaban apilados todos, el primer contenedor está colapsado de cuerpos, ya no entra uno más, las puertas no se pueden ni cerrar”, manifestó Alarcón, con desazón.

“Uno debe llevar sus propios trajes, mascarillas, porque allá no dan nada, es inhumano lo que nos hacen pasar, es doloroso, es cruel”, prosiguió Alarcón. Detalló que cada cuerpo tiene sobre el pecho un papel pegado con cinta adhesiva, en el cual están el nombre, la edad, y la fecha de fallecimiento. La búsqueda la realizan sin el acompañamiento de algún representante del hospital.

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“Debes levantar los cuerpos, es peligroso, es de terror”, manifestó Alarcón, quien hasta ayer no podía retirar a su hermano para darle sepultura.

Ayer, en los exteriores se evidenció un alto flujo de personas que iban a retirar los cuerpos de sus familiares. Las camionetas de las funerarias cargaban hasta cuatro féretros para realizar los viajes.

Una ciudadana difundió un video que muestra decenas de cadáveres en un área del hospital Teodoro Maldonado Carbo.

Algunos estaban postrados sobre camas, otros apilados en el piso. Tres personas, al reconocer a un familiar luego de buscar entre varios cuerpos, lo metieron en un féretro. El rostro del fallecido ya evidenciaba hinchamiento.

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Dicha casa de salud emitió un comunicado reconociendo que la pandemia desbordó la capacidad de atención de varios servicios hospitalarios y que registran un incremento en el número de decesos, ya sean por COVID-19 u otros males.

“Se implementó un contenedor refrigerado para la movilización de los cuerpos hacia el camposanto Parque de la Paz”, refirió el boletín del hospital.

No obstante, ciudadanos lamentaron que debían seguir buscando a sus familiares fallecidos entre cadáveres.

En videos también se registró que en el hospital Los Ceibos existen áreas con cadáveres envueltos en fundas negras, sin ser retirados.

Esta casa de salud informó que los cuerpos de pacientes fallecidos por COVID-19 permanecen en la morgue del hospital por al menos 24 horas y luego son derivados a un contenedor refrigerado en el camposanto Parque de la Paz.

Número para realizar los levantamientos

En Guayaquil continúa el drama de personas que han perdido a familiares y sus cuerpos siguen en viviendas. En algunos casos, los fallecidos tienen más de 48 horas dentro de las casas.

Moradores de las calles Azuay y Tulcán, en el sur de la ciudad, lamentaron que el cadáver de uno de sus vecinos llevaba, hasta ayer, cuatro días sin ser retirado.

El escenario se repite en zonas como Mapasingue oeste, Sauces 8, en el norte, o La Fragata, en el sur. Como ha sido usual en los últimos días en la ciudad, ante el olor por el estado de putrefacción, familiares optan por poner a sus fallecidos en veredas o calles, cubiertos con plástico y sábanas, a la espera de que lleguen quienes están a cargo de las labores de recolección de cuerpos.

La Fuerza de Tarea Conjunta ha realizado el levantamiento de cadáveres en la urbe porteña durante la última semana, luego de una disposición gubernamental. Se indicó que cada día se realizaron alrededor de 150 levantamientos de cuerpos en Guayaquil.

Jorge Wated, quien encabeza la Fuerza de Tarea Conjunta, explicó ayer que se activará un nuevo canal de recepción de información de personas fallecidas que requieran levantamiento e inhumación.

El funcionario explicó que en paralelo al 911 se habilitará en las próximas horas un número celular para recopilar los datos de fallecidos.

El pasado jueves también se unió el cabildo porteño en la tarea de la recolección de cadáveres que llevaban días en viviendas de la ciudad.

El trabajo es coordinado entre el ECU911, la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil, Fuerzas Armadas, Policía Nacional y la Comisión de Tránsito del Ecuador.

Para estas labores, el Municipio de Guayaquil puso a disposición camionetas y contingente humano. (I)