Mauricio Arias creó al payaso Pennywise, en la 16 y Huancavilca; Carlos Zapata confeccionó a los personajes de la popular serie Mis adorables entenados, a pocas cuadras, en Medardo Ángel Silva, entre la 16 y la 15. Aquí sus historias.

En silla de ruedas, Carlos Zapata empezó a hacer monigotes

Rendir un tributo a una de las series más populares de la televisión ecuatoriana era el objetivo del artista Carlos Zapata, de 46 años, quien vive en las calles Medardo Ángel Silva entre la 16 y la 15, en el suburbio.

Allí elaboró cada uno de los personajes de dicho programa: Felipe, acostado sobre un mueble, Stacey, Lupita, Pablo, Rosendo y Maribel.

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Zapata es actor profesional. Ha participado en obras de teatro y en extintas series de televisión como De la vida real o Archivos del destino.

“Yo empecé en la misma escuela de ellos (actores de Mis adorables entenados), con Oswaldo Segura, por eso también fue que les hice este pequeño homenaje”, contó Zapata.

Hace siete años tuvo un accidente en moto, en el que tuvo múltiples fracturas en el cuerpo. Estuvo casi tres años postrado en una silla de ruedas. Dijo haber pasado momentos difíciles al estar alejado de las tablas y de las cámaras, pues tenía que buscar el sustento para su familia. Él vive con su esposa y tiene seis hijos.

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Ante esto, los actores de la serie antes mencionada lo apoyaron para que lo operaran y vuelva a caminar.

Indicó que el haber permanecido en silla de ruedas durante un largo tiempo lo motivó a realizar varios oficios para sustentar a su familia. Así fue como comenzó a elaborar los monigotes.

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“En silla de ruedas hice Ironman, Avengers, Spiderman, Los Picapiedras, Los Pitufos. Este año hice algo diferente y espero que la gente aprecie y valore todo el esfuerzo”, dijo Zapata.

Aspira a que su esfuerzo se vea reflejado siendo elegido como uno de los ganadores.

Indicó que trabajó en la confección de los personajes desde julio pasado. “Traté de darles el mejor relieve a las cabezas que fue lo primero en lo que empecé a trabajar”, explicó. (I)

Mauricio Arias confecciona años viejos desde los 11 años

Mauricio Arias, de 24 años, retocaba con pintura las piernas de su monigote, el payaso Pennywise, la noche del pasado jueves. Segundos después, junto con su padre, Luis Arias, y su primo Darwin Cano comenzaron a cubrir esa parte del año viejo por la llovizna que caía en las calles 16 y Huancavilca.

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Mauricio, quien labora diariamente como guardia de seguridad en una compañía privada, empezó a elaborar el monigote a inicios de octubre.

En sus ratos libres, y muchas veces extendiéndose hasta horas de la madrugada, confeccionaba el año viejo junto con sus dos familiares.

Desde hace trece años, cuando era apenas un niño, ya daba sus primeros pasos en la elaboración de monigotes. Rodeado de madera, papel, almidón, junto con su padre, daba forma a los muñecos.

Indicó que su afición a elaborar los monigotes gigantes la adquirió cuando tenía 11 años. Tuvo mucho que ver su padre en esto, agregó.

Es la tercera edición de la Ruta de los Gigantes en la que participa. Aunque no ha ganado algún premio en dicho concurso, dijo que su motivación es poder expresar su arte a través de este espacio.

Entre sus diseños se encuentran los personajes de las series animadas Futurama, Dragon Ball y de las películas Hotel Transilvania y Freddy Krueger.

“Este año hemos invertido $750. El muñeco es de cartón, papel, caña, esponjas, felpa. Lo primero que hicimos fue la cabeza, nos costó un mes hacerla, es complicado”, dijo Arias.

Espera en esta edición ubicarse entre los primeros lugares. “Hemos trabajado muy duro para esto, desde octubre que decidimos hacerlo no hemos parado”, manifestó.

Dijo sentir satisfacción al ver que las personas se toman fotos con su monigote. “Es un orgullo”, comentó Arias. (I)