El monseñor Eduardo Castillo, administrador de la Arquidiócesis de Portoviejo, presidió la entrega de la iglesia San Andrés de Canoa, la cual resultó afectada en toda su estructura por el terremoto del 16 abril de 2016, que devastó principalmente en varias zonas de la provincia de Manabí.

En un ceremonial budista de agradecimiento por las bendiciones recibidas participaron autoridades del cantón, las personas que colaboraron con la obra, sacerdotes y los feligreses del sector.

Juan Carlos Loor, párroco de San Vicente, recordó que el templo y complejo parroquial fue construido con aportes de la Fundación budista taiwanesa Tzu Chi USA.

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La alcaldesa Rossana Cevallos expresó frases de bienvenida y agradecimiento a los integrantes de la fundación budista taiwanesa Tzu Chi USA, representada por Han Huang en el acto inaugural de la iglesia y complejo parroquial San Andrés de Canoa.

La obra financiada por la fundación budista taiwanesa Tzu Chi, que aportó con el valor total de la edificación, que asciende a los $ 2 millones.

Ofrendas, oraciones y cánticos ceremoniales, intervenciones de representantes de la Iglesia católica, de los donantes, y de la comunidad cristiana de Canoa, además de entrega de cartas, placas de reconocimiento, obsequios, actuaciones artísticas y el simbólico corte de cinta, fueron parte del orden del día preparado para este importante acontecimiento, que congregó a considerable cantidad de personas en el templo recién inaugurado, el pasado sábado.

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El Municipio aportó con la realización de trámites legales pertinentes, para poder iniciar la obra, cuyo estimado de ejecución fue un año y en la que se empleó mano de obra local.

Los fieles del sector se mostraron agradecidos por la apertura de esta iglesia, ya que venían hace un año y medio realizando las actividades religiosas en una sala improvisada, prácticamente al aire libre.

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Katia Lara Guadamud agradeció a todos los que hicieron posible que se construya esta casa de Dios, porque en el terremoto perdió amigos, familiares, viviendas. “Con el paso de los días fui superando esa odisea, pero había un vacío que recién se ha llenado con la apertura de la casa de Dios”, dijo Lara Guadamud. (I)