Era un payaso longevo. Se presentaba en los buses de Guayaquil y de Durán como Serruchito, el payasito cantor, y lo demostraba gritando algún pasillo, uno, Sombras, de Julio Jaramillo, parecía uno de sus preferidos.

Pero aquel sostenido: Cuando tú te hayas idoooooo, aturdía a más de un somnoliento pasajero. “Sus alaridos te asustaban cuando ibas ruco (dormido), era el mejor payaso de buseta que pudo haber tenido Guayaquil”, publicó Daniel Ampuero en sus redes sociales, al conocer de la muerte de Serruchito, a los 85 años de edad.

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Guillermo Antonio Orozco Chonana era el hombre detrás de la cara pintada. Según familiares, murió en el Hospital del Guasmo el sábado 3 y luego de 18 días sin poder restablecerse de las contusiones que sufrió mientras trabajaba en los buses, provocadas posiblemente a causa de una caída.

Serruchito vivía en el suburbio, en la 25 y la D, junto con su hermano, José Germán Orozco Chonana, de 73 años, quien todavía se pinta la cara para personificar al payaso Tolín, reconocido por ser el padre de Rocío Orozco o conocida artísticamente como Estrellita Solitaria.

Una vela encendida acompañaba la foto de Serruchito la mañana del jueves pasado. José Germán, Tolín, recordó que su hermano y colega tuvo un programa televisado, y que con él formó una dupla de comediantes que llevó alegría a fiestas infantiles.

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“Yo me olvidaba lo que tenía que decir y él, en la broma, ahí me daba (algún golpe)”, comentó como anécdota.

Serruchito, que vivía también con dos hijos producto de una segunda unión, fue sepultado en el cementerio de Pascuales.

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En su féretro, sus parientes le pusieron su colorido traje, incluida su chaqueta rosada y su nariz roja, ese traje con el que salía a ganarse el sustento en los buses. (I)