El diseño de Mercado del Río, a cargo del arquitecto Douglas Dreher, tiene como principal protagonista al río Guayas.

Sus paredes, todas de vidrio, dejan contemplar su majestuosidad. Guayaquil -que vivía mirando al río- en algún momento a mediados de este siglo le dio la espalda, dice Nicolás Romero, encargado del proyecto. Por eso desde hace algunos años se ha buscado volver a hacerlo protagonista de la vida de los guayaquileños.

 El Mercado del Río se inaugura este viernes 26 de octubre para el público.

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El mercado fue ubicado en el Malecón Simón Bolívar, explica Romero, porque  "aquí nació Guayaquil, fue la puerta de Ecuador al mundo, aquí estaban los muelles, todo el producto agrícola que salía y entraba estaba aquí, los mercados de abastos también. Fue un área clave para el desarrollo de alimentos y bebidas, acopio de alimentos y también de consumo". Además, porque es el lugar con más afluencia de turistas locales y extranjeros que no solo pasean, "sino viven el Malecón".

En el diseño se sacrificó facilidad logística por experiencia, por eso el mercado no tiene el diseño como un galpón o patio de comidas de un mall, con las mesas en el centro. En el mercado los locales están en el centro y a los costados para crear varios ambientes, y que sea más acogedor. 

El principal problema para construir un mercado en el malecón fue el peso que una edificación de este tipo podría tener, pues por ello se decidió hacerlo con los materiales más livianos que existen, sin perder la línea arquitectónica del lugar. 

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Teca de Balzar, hierro forjado, acero negro microcemento, 400 luces (la mayoría LED) fueron algunos de los materiales usados. Se evitó usar plástico en el diseño del lugar; las mesas y sillas, son de madera, hierro y tela.

El valor total de la inversión fue de unos 3,2 millones de dólares, sin contar el dinero puesto por la empresa gastronómica a cargo del proyecto ni la inversión de cada restaurante. (I)