Nacional e internacionalmente se han convertido en el referente del cómic ecuatoriano. Creada en el 2013, Mono Cómics “es la única editorial formal con sistema de distribución, puede haber un grupo de amigos que diga armemos algo y pongámosle un nombre a un sello, pero como la de nosotros no”, dice Mauricio Gil, quien estuvo a la cabeza de la creación de Mono Cómics y quien dirige desde hace 10 años la Escuela del Cómic, con una intensa actividad en la ciudad a través del noveno arte de las Bellas Artes, que es el cómic o historieta.

Justamente fue por la actividad de la escuela que surge la editorial. “Los chicos que se quedaron siguieron viniendo a trabajar sus proyectos, coincidió que en el 2013 salieron los Fondos Concursables del Ministerio de Cultura y decidimos participar con una novela gráfica, Runacai, de cien páginas, que la hicimos en dos semanas con Valeria Galarza, John Alvarado y José Carriel. No ganamos, pero nos dijimos: si lo pudimos hacer, podemos hacer otras cosas”. cuenta Mauricio.

Luego vino la feria del libro de Quito, “donde por nuestra intervención pudimos traer a dos personas de Estados Unidos, Renée Witterstaetter y James O’Barr, la primera tiene una editorial y el segundo hace historietas, compartir cuatro días con ellos fue interesante y por los consejos finalmente nació Mono Cómics”, recuerda Mauricio.

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El 6 de abril de 2014 ya se presentaron como tal en un evento en el City Mall. No fue fácil. No existía en el país la categoría cómic para poder registrar las publicaciones de la editorial, “pero insistí mucho para que nuestras publicaciones tuvieran su código de barras y ahora existe la categoría de cómic ecuatoriano”, dice Mauricio.

“A los pocos meses de conformada la editorial comenzaron a llamarnos de otros países para invitarnos a eventos editoriales”, dice Valeria Galarza, artista y dibujante, parte del staff de Mono Cómics.

En estos cuatro años han sacado 43 publicaciones. Trabajan con una imprenta de Cuenca y cuentan con un sistema de distribución y ventas en librerías de Guayaquil, Quito y Cuenca. “Nos dedicamos cien por ciento a editar historietas y ahora estamos haciendo otras cosas como libros de cuentos, obras con ilustraciones”, precisa Mauricio.

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Justamente entre quienes más publicaciones tienen están Mauricio y Valeria. El primero con Leyendas ecuatorianas, que ya va por su edición 21 y cumplió 15 años. Valeria, que también hace modelado en plastilina, ya va por el volumen 6 de Competir por ti, una comedia romántica.

Otros autores que han publicado en Mono Cómics son Carlos Mendoza (Angeluz, El pacto del solitario, La promesa rota), John Alavarado (Colegios en guerra), Francisco Hernández (Deusfall), Emilia Sigcho (Tal vez), Julián González (Laberinto, El ciempiés y su alegría en el corazón), Andrés González (Espíritu urbano), JD Santibáñez (Yo asesino), David y María José Rosero (Oniros), Nicole Castillo (Alexia), Alberto Rodríguez (El albañil), Gladys Ordóñez (Entre Marfe y la Tierra), Francisco Parra (El último discípulo), Jorge Luis Aguilar (Roy Carrie), Paola Alvarado y Nelly León (Valentina, una historia de amor propio), Jorge Jaramillo (Umnbrarum-Delirium), Jared Salazar (Descendientes) y creaciones colectivas como Mono Album.

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El cómic o historieta, que no son dibujitos infantiles o para colorear como aclara Valeria, van a tener siempre diferentes temáticas: historia, misterio, amor, humor. “Estamos buscando siempre nuevos autores”, dice Mauricio, que añade que cada autor tiene su estilo, en dibujo y redacción y se lo respeta. “Lo único que pedimos es conservar la identidad, no podemos hablar de una historia que ocurre aquí poniéndole uniformes japoneses a los estudiantes, por ejemplo, o si es guayaquileño ponerle de nombre Ramma”, indica Mauricio.

El estilo de dibujo es una cosa, hay el japonés por ejemplo, que usan muchos dibujantes, pero la identidad es otra cosa, aclaran Mauricio y Valeria; así está, por ejemplo, la historieta de El albañil, un desempleado que al comer encebollado adquiere superpoderes radiactivos.

Publicaciones de Mono Cómics son parte del Fondo bibliográfico del Ministerio de Educación.

Valentina, una historia de amor propio, lanzada el año pasado, fue su primera publicación de responsabilidad social, toca un tema actual como el bullying en los colegios. (I)

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En Mono Cómics, nos dedicamos cien por ciento a editar historietas y ahora estamos haciendo otras cosas como libros de cuentos, obras con ilustraciones”.Mauricio Gil, Creador de Mono Cómics y de la escuela del Cómic