Después de dos meses de trabajos investigativos en laboratorio, expediciones por islas y navegaciones en el continente antártico, la expedición del Instituto Antártico Ecuatoriano retornó este mes al país.

Este grupo expedicionario partió vía aérea desde Ecuador el 21 de enero pasado. Su primera parada fue la ciudad de Punta Arenas, en el sur chileno, y luego vía marítima siguió hasta el continente antártico.

En la expedición número 22 viajaron 3 oficiales, 12 tripulantes, 7 servidores públicos y 10 investigadores científicos.

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Con dos equipos, uno logístico, se coordinaron acciones de mantenimiento y el inicio de la construcción de una estación de control. Mientras unos diez científicos laboraron en trece proyectos.

Uno de esos estuvo liderado por Carlos Banchón y se encargó del análisis de los desechos de aguas residuales que se producen en la estación Pedro Vicente Maldonado, donde llega cada grupo expedicionario. El ingeniero químico de la Universidad Agraria del Ecuador avanzó en la descontaminación con procesos de oxidación usando minerales de la zona como cuarzo y granito.

Mientras que el capitán de fragata Willington Rentería, otro de los científicos, realizó recorridos vía marítima para analizar el movimiento de las mareas, a fin de conocer las desviaciones del agua de los deshielos, la fauna marítima y hacia dónde van los desechos.

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El comandante Julio Ortiz, jefe de este viaje, quien cumplió su primera expedición, resaltó que se realizaron once estudios científicos y dos de difusión. Dijo que estas exploraciones son importantes ante los cambios climáticos y las futuras decisiones sobre la explotación de ese territorio.

Además, la presencia de Ecuador en la zona es importante por temas geopolíticos para la cooperación con el tratado Antártico al que el país está suscrito como miembro consultivo. El consejo lo integran 53 países, 12 signatarios y 41 adherentes, de esos Ecuador es uno de los que tiene el grado de consultivo.

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Los otros estudios se enfocaron en el análisis in situ de la degradación de hidrocarburos y materiales de látex, turismo sostenible, además de afectaciones por el cambio climático en la Antártida.

Banchón contó que con el trabajo de aguas residuales se busca una solución a la traída de desperdicios desde la Antártida y evitar la afectación allá.

En cambio, Rentería espera que su proyecto pueda seguir ampliando los estudios para tener una tabla anual sobre las corrientes en ese continente.

Los otros científicos que apoyaron la expedición eran de la Armada, Universidad San Francisco de Quito, Espol, Universidad Agraria y otras. Se espera que los proyectos realizados este año puedan tener seguimiento. (I)

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El país debe estar ahí por asuntos geopolíticos y océano-políticos... el futuro está allá porque si hablamos de que hay cambio climático las reservas de agua dulce se encuentran allá.Cmdte. Julio Ortiz, jefe expedición