El dios de la abundancia no tiene apariencia divina y es elegido por simples mortales en un concurso en La Paz que cada año sigue una tradición andina prehispánica. Lo llaman Ekeko y es representado por un personaje regordete, petiso y de finos bigotes que carga alimentos y todos los bienes materiales que caben en su espalda.

El Ekeko o dios de la abundancia es el personaje de la Feria de la Alasita, que cada enero reúne en las calles de La Paz a miles de artesanos que ponen a la venta miniaturas de todo lo imaginable y que los clientes compran con la esperanza de que la deidad les permita poseer esos bienes.

Este año el honor recayó en Juan Ricaldi, de 59 años, uno de los artesanos de la feria. “Es un orgullo este premio porque llevo el alma del Ekeko en el cuerpo”, manifestó en su puesto. (I)