Rolando Haro recorrió ayer cadenas farmacéuticas ubicadas en la zona de Urdesa, en el norte de Guayaquil, y no encontró nada para combatir el brote de conjuntivitis que se registra en la ciudad desde hace una semana.

Sostuvo que el malestar (ardor, picazón y rojo de su ojo izquierdo) le empezó la tarde del lunes, pero a causa de la lluvia no compró antes.

Haro avanzó hasta la zona de las distribuidoras farmacéuticas del centro con la esperanza de comprar garamicina, medicamento que le habían recomendado, pero en la mayoría de las distribuidoras se han agotado los colirios para la comúnmente conocida como ‘patada china’.

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Poentobral plus a $ 6,10 (antibiótoco con esteroide) era vendido en la farmacia Sebicar, mientras en otras dos vendían los últimos goteros de Oftagen a $ 3,5. La farmacia Punto Económico promocionaba unas gotas naturales traídas de Cuba a $ 3. En Kronos se agotó el agua de rosas en un día. (I)