Ana Karina Ron, de la academia Pam Danza Teatro
Su plus es la versatilidad

Con solo cambiarse el atuendo su cuerpo y personalidad se ajustan al ritmo que está bailando. Usando tutú puede ser tan delicada como una paloma y con los trajes de hip hop puede ser toda una representante del género urbano, por eso su versatilidad es lo que más la define.

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Ana Karina Ron, de 16 años, se dedica a la danza desde los cuatro años. Aunque tiene muchos premios y medallas de oro a su haber, uno de los más significativos es haber ganado el trofeo TOP 5 en el campeonato American Dance Awards, en Estados Unidos, en el 2015, como única representante de Ecuador.

Este premio la posicionó como una de las cinco mejores bailarinas de dicha competencia, considerando a las ganadoras de todas las modalidades o tipos de baile, de su categoría (12 a 14 años), compitiendo con representantes de Italia, EE.UU., Panamá, Sudáfrica, entre otros.

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Según Pamela Hidalgo, directora de la mencionada academia, Ana Karina siempre ha sido una alumna muy destacada, por lo que el año pasado, luego de enviar una performance grabada en un video, fue seleccionada para participar en Dancer of the year, una competencia de mucho prestigio en la que las participantes compiten por un solo título, sin diferenciación de categoría.

“Fue una gran responsabilidad representar a mi academia y en especial a Ecuador, ya que era la única, pero me sentí muy bien, vi que tenía el mismo nivel que todas las otras, a veces hasta podía hacer mejores cosas”, dice Ana.

En el 2013 también obtuvo este mismo trofeo, siendo la más pequeña de su categoría.

Su mamá, Karina Valverde, cuenta que siempre pensó en vincular a su hija con alguna disciplina extracurricular para desarrollar en ella más organización y disciplina, pero fue su misma hija quien la llevó a decidirse por la danza.

“Un día estaba viendo televisión y había una presentación de ballet que para una niña de tres años puede resultar aburrida; sin embargo, ella se quedó mirando el programa, yo me fui a misa y cuando regresé, seguía viendo lo mismo, no se había movido, eso llamó mi atención”, dice.

Otro de los logros que destaca esta representante de los géneros contemporáneo, jazz, hip hop y ballet, es haber ganado medalla de oro en el UDA Champions, el año pasado, con un solo de contemporáneo y ballet.

Además, en marzo de este año viajó a Florencia, Italia, para tomar un intensivo de un mes en una escuela de danza de mucho prestigio. Allí le ofrecieron la oportunidad de continuar su preparación como bailarina, pero Ana Karina decidió que no era el momento y que prefería terminar en su academia.

Su excelencia en el baile se suma al alto rendimiento que tiene en su colegio, a pesar de las quince horas de entrenamiento diario. Ella es la mayor de cuatro hermanos: dos hermanas, que también se dedican a la danza, y un hermano.

“La danza es toda mi vida, algo de lo que quiero sacar muchos frutos”, concluye. (F)

Algo que se quedó en mi mente, que me lo dijo un profesor, es que ella nació para ser bailarina, que es muy difícil encontrar una niña que destaque en tantas modalidades”.Karina Valverde, Mamá

Isabela Callejas, de la academia Ático Danzas
Una pasión que heredó

En esta historia el patrón se repitió en Nathalia e Isabela Callejas, dos hermanas que a más de los lazos de sangre están unidas por su gusto por la danza, lo que las ha llevado a trabajar juntas en competencias, una como coreógrafa y la otra como bailarina.

Nathalia es maestra de Isabela y es quien elabora las coreografías con las que esta fanática del hip hop, de 12 años, ha conseguido la medalla de oro en repetidas ocasiones representando al Ecuador y a Ático Danzas, su academia.

En este género musical las presentaciones en ‘solos’ no son muy comunes, ya que en la mayoría de los concursos se participa en coreografías grupales.

Uno de los logros más significativos para Isabela ha sido haber obtenido el segundo lugar, el año pasado, en una competencia local, con la que ella y su grupo obtuvieron el pase directo al Hip Hop International, en Las Vegas, EE.UU., una de las competencias más importantes de este género.

“Para mí, este ha sido el logro más importante porque he visto cómo es la competencia en Las Vegas y es en un lugar que parece un estadio, es gigante. Además se imparten seminarios con los bailarines más famosos a nivel mundial, que han salido en películas”, dice.

Uno de los coreógrafos que impartirá dichos talleres será Parris Goebel, que ha salido en la película Step Up, a quien ella admira.

Hace dos años participaron en All Dance y ganaron el primer lugar compitiendo con las demás academias del país. Este triunfo las llevó a Panamá, donde también ganaron el primer lugar representando al país.

También han participado en campeonatos nacionales UDA obteniendo primeros lugares, así como en diferentes torneos internacionales en Miami y Los Ángeles, en EE.UU. logrando, asimismo, la de oro.

Aunque Isabela también baila ballet clásico y neoclásico, lírico, jazz y contemporáneo, el hip hop es su ritmo favorito. “Me gusta la combinación de todo, cuando salimos al escenario, las coreografías, que contagiamos emociones a través de las expresiones faciales, además te puedes descontrolar un poco más en los movimientos”, dice.

Para Cecil Moncayo, su mamá, esa pasión la lleva en la sangre, ya que a más de que en casa siempre ha habido música porque a todos les gusta bailar, desde que estaba en el vientre la danza ya era parte de su vida.

“Yo llevaba a mi hija siempre a las clases de danza de la hermana mayor, primero en la barriga, luego en el portabebé, después, cuando ya caminaba, y fue así como un día mientras la hermana realizaba una coreografía con otros bailarines, ella comenzó a imitar los movimientos que veía y ahí fue cuando comenzó en la academia, a los 6 años”, dice.

A Isabela le gusta estudiar, no solo en el colegio, donde destaca por sus buenas calificaciones, sino también en los talleres que ha recibido para reforzar la técnica en el baile, por ejemplo, con Misha Gabriel, de la película Step Up, Matt Steffanina, uno de los coreógrafos más reconocidos del mundo, así como Nika Kljun, entre otros. (F)

Soy la admiradora número uno de mis hijas, yo al verlas disfruto de lo que hacen y creo que lo hacen muy bien porque han tenido sus recompensas”.Cecil Moncayo, Mamá

María Andrea Larrea, de la academia de Patty Salcedo
Debutó como solista

María Andrea Larrea, de 12 años, tuvo su primera experiencia como solista en una zarzuela, el año pasado en un campeonato nacional en el que obtuvo el primer lugar, ganando el pase para representar a Ecuador, en All Dance Orlando, EE.UU., en noviembre de este año.

Este campeonato no será fácil, ya que para ese entonces ella tendrá 13 años, por lo que pasará a integrar una nueva categoría en la que tendrá que competir con adolescentes que serán de dos a tres años mayores.

Sin embargo, para María Andrea este escenario no es nuevo, ya que desde hace un par de años ha sido parte de grupos conformados por bailarinas mayores como resultado de su potencial, según Belén Rojas, profesora de la academia de Patty Salcedo, a la que ella pertenece desde los tres años de edad.

“Es superperfeccionista, se queda hasta las doce de la noche si no le sale un paso, es superperseverante, esto ha hecho que sea inevitable incluirla en grupos de bailarinas más grandes, con diez años de diferencia, ella igual desarrolla al nivel de las mayores, complementa superbien al grupo”, enfatiza Belén.

“Es chévere ser parte de grupos más grandes porque necesitas esforzarte millón para estar a la altura de las bailarinas con más trayectoria y años de preparación”, comenta María Andrea, quien además de la danza española y el flamenco, baila tap, jazz, ballet neoclásico y danza árabe.

La mamá de María Andrea, que tiene el mismo nombre, cuenta que su gusto por la danza, en especial la española, la motivó a buscar una academia para su hija, a quien no la aceptaban en ningún lado por solo tener tres años, hasta que llegó a la academia donde está actualmente.

“Desde el principio ella era la que más actitud mostraba, la más coqueta y exagerada en los movimientos, la que más movía el cuerpo y por la edad que tenía llamaba mucho la atención”, cuenta Belén.

María Andrea (mamá) no estudió en ninguna academia, sin embargo, sabe bailar bien, según Belén lleva impregnado en las venas el ritmo y la música, por lo que en ocasiones ella junto con María Andrea (hija) y María Paula, la menor de 7 años, que también está en la academia, han compartido escenario.

Como parte de los campeonatos en los que ha participado, ella destaca All Dance Nacional, en el 2015, en el que obtuvo el primer lugar con una presentación grupal. Este triunfo le dio paso a la academia a participar nuevamente en All Dance Panamá, donde ganó también el primer lugar en tap y danza española.

Además como parte de su capacitación particular tomó talleres en Miami, EE.UU., en abril de este año, durante un mes, con Siudy Garrido, bailarina que ha compartido escenario con Farruquito, con quien también ha tomado talleres y a quien admira, así como con Juan Manuel Ramos, conocido como El Oruco.

Una de las características que más destaca Belén de María Andrea es el compromiso que tiene con la danza y los ensayos. “Más de una vez se me ha quedado dormida en el carro luego de ensayos largos hasta la madrugada, es muy responsable con sus presentaciones”. (F)

Fuerte y perseverante, así es mi hija en todo lo que hace. Ella se exige y prepara mucho siempre y al verla bailar siento que la amo con locura”.María Andrea de Larrea, Mamá