El primer encuentro de Diego Rey con la cocina fue cuando tenía once años y vivía en su natal Lima. De eso ya han pasado 21 y ahora también está lejos de su hogar. Desde hace tres años está radicado en Guayaquil, donde es propietario de tres restaurantes de distintos nombres y una sanduchería. Además tiene planes para extender sus dominios gastronómicos en esta ciudad a la que también considera suya.