Los ciudadanos estadounidenses tienen hasta el 7 de mayo de 2025 para obtener su Real ID, un documento de identificación que cumple con estrictos estándares federales. Diseñada para reducir el fraude y el robo de identidad, esta licencia actualizada responde a las recomendaciones de la Comisión del 11-S para fortalecer la seguridad en el país.