El mercado laboral está viendo el crecimiento de una tendencia de profesiones que son llamadas new-collar, que no requieren esfuerzo físico significativo, pero sus ingresos superan los 100.000 dólares anuales. Además, no corren -por ahora- la amenaza que para el empleo representa la inteligencia artificial y para ejercerlos no se necesita ir a la universidad para conseguir un título. Rompen, definitivamente, con los esquemas tradicionales.