En el condado de York, de Pensilvania, celebran que unidos, y mediante la tecnología, gracias a un dron, hayan podido salvar a un perrito, que estaba en grave riesgo de deshidratación.
El perrito llamó la atención de vecinos al deambular por las calles con un envase que cubría su cabeza.
Sin embargo, al ser un animalito callejero, y en apuros, se les perdía rápidamente de vista, por lo que decidieron notificar a grupos amantes de mascotas y a rescatistas.
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“Comunidad de CRCPA (Canine Rescue of Central PA), necesitamos su ayuda. Este perro fue visto en la zona de Dillsburg, cerca de Cabin Hollow Road y Mount Zion Road. Nuestros voluntarios han estado buscándolo desde ayer por la mañana sin éxito. Si lo ven, no lo persigan”.
Ese fue el mensaje de alerta que lanzaron, el pasado martes 19 de agosto, desde el CRCPA, vía Facebook, narraron en The News & Observer.
El frasco, según lo dicho en redes, era de quesos o de pretzels.
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Hallado el perrito gracias a un dron
Rápidamente, el mensaje tuvo eco. “Servicio de drones comenzaron a ofrecer su ayuda, incluyendo drones térmicos”, reseñaron CBS y The News & Observer.
La buena noticia para todos llegó a las 3:00 de la madrugada del miércoles 20 de este mes.
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Al perrito lo hallaron en un campo de maíz y fue clave el uso de drones.
“Con la ayuda de un dron de Nighthawk Drone Services hemos hallado al perro”, anunciaron.
El animalito fue liberado del envase finalmente. Lo llevaron al Centro de Emergencias Veterinarias Shores, donde recibió la atención urgente que necesitaba.
Dios mío... ese pobre perro, qué horror ver esto... menos mal que está a salvo... habría muerto de una forma horrible y aterradora.
Diana Dee
“Sufre de deshidratación severa, está infestado de garrapatas”, manifestaron.
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Canine Rescue of Central PA informó que abrieron canales de ayuda para recaudar 3.500 dólares, para cubrir la atención médica.
El perrito tiene nombres…
Al celebrar “esta vida salvada”, también comunicaron el nombre dado al perrito. Se llama Dallas, “en honor al piloto del dron que la encontró”.
Usuarios en redes preguntaban si podían adoptarla, pero les respondieron que primero debían estabilizar a Dallas.
La historia del perrito que pasó varios días con “un frasco de bolas de queso pegado en su cara” ha conmovido a muchos. Las donaciones comenzaron a llegar.
Una mujer, Jenbi, opinó en redes: “No olvidemos cómo terminó este perro en esta situación. No hay necesidad de empaquetar cosas con bocas anchas para que las cabezas de los animales se queden atrapadas. Perros, osos, mapaches, todo tipo de animales, pueden quedar con la cabeza atrapada en frascos. Esto es opcional. Los diseñadores de empaques podrían evitar esto con diseños más inteligentes”.
Dallas fue trasladado a una casa de acogida, donde tiene a una compañera, Rue.
El jueves se conoció otro dato del animalito, descrito como dulce y cariñoso: “Su nombre es el del piloto del dron que la encontró y su segundo nombre es… ¡Cheddar!”.
(I)