Los médicos de emergencias en hospitales de Nueva York están viendo algo que no esperaban. Y es que más personas llegan a sus salas con náuseas severas, vómitos que no pueden controlar y estados mentales alterados que duran días.
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Los casos van desde deshidratación severa que requiere suero intravenoso hasta alteraciones mentales que tardan uno o dos días en desaparecer.
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Los médicos de emergencias en hospitales de Nueva York están viendo algo que no esperaban. Y es que más personas llegan a sus salas con náuseas severas, vómitos que no pueden controlar y estados mentales alterados que duran días.