En Estados Unidos el horario de verano (boreal), conocido como Daylight Saving Time (DTS) empieza el segundo domingo de marzo y culmina el primer domingo de noviembre. En esta fecha las personas que habitan ese país deben cambiar la hora en sus relojes, de modo que aprovechen de una mejor manera la luz solar, explica Diario de las Américas.
El domingo 3 de noviembre a las 2:00 am, el horario de verano culminará y desde este momento, los relojes deben retrasarse una hora, es decir, empezar a marcar la 1:00 am. En el caso de los dispositivos que cuenten con conexión a internet, se ajustarán automáticamente; sin embargo, los manuales deben ser adaptados por la misma persona.
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Lo positivo es que este día, las personas recuperarán la hora de sueño que perdieron al adelantar el reloj en marzo por la llegada del verano.
¿En qué estados de Estados Unidos no se tendrá que cambiar la hora?
Según CNN en Español, al menos cinco estados de Estados Unidos quedarán eximidos del cambio, ya que no hubo ajustes con la llegada del verano. Son los siguientes:
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- En Hawai.
- Puerto Rico.
- Territorios de Guam.
- Islas Vírgenes.
- Samoa Americana.
Aunque no pertenecen al territorio estadounidense, las áreas que se encuentran en la frontera norte de México también deberán ajustar sus relojes.
Un buen momento para retomar los hábitos de sueño
Los cambios de horario han sido polémicos, ya que, según los expertos, pueden traer consecuencias para la salud de las personas, debido a que interrumpen los horarios de sueño.
Miembros de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño señalan que al interrumpir el buen descanso puede afectar la salud cardíaca, la salud mental e incluso, propiciar accidentes de tránsito.
El doctor Kannan Ramar, explica que aunque muchas personas aguardan por la hora extra de sueño que trae el horario de invierno, “esta no es suficiente para borrar la deuda crónica de sueño”. No obstante, esa hora adicional de descanso puede ayudar a la persona a despertarse sintiéndose más descansado e incluso, motivarla a implementar prácticas saludables de higiene del sueño.
(I)