La infección producida por la fractura de un diente llevó a un hombre a recibir el diagnóstico de un absceso cerebral potencialmente mortal.
People reseñó que se trata de Graham Bell, de 61 años, quien reside junto a su esposa en Wirral (Inglaterra) y se alistaban para viajar a Gales cuando el hombre empezó a sentir fuertes dolores de cabeza.
Sue, esposa de Graham, notó que la cara del hombre “se había inclinado ha un lado”. de acuerdo a un comunicado de prensa que fue compartido por The Walton Centre NHS Foundation Trust, el hospital de Liverpool, Reino Unido, donde recibió tratamiento.
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Una cirugía y una complicación
Los médicos descartaron un derrame cerebral y decidieron someter a Graham a una cirugía cerebral “que le salvó la vida” tras descubrir “una masa en el cerebro” en los días posteriores. Esto ocurrió a mediados de marzo.
El hombre aseguró que todo lo tomó por sorpresa: “Fue mucha información para asimilar en tan poco tiempo. Tenía a mi familia a mi lado, pero creo que todos estábamos en estado de shock. No me encontraba bien, así que descubrir rápidamente qué estaba pasando fue clave para todos nosotros”, detalló el comunicado.
La esposa del hombre afirmó por su parte: “Para entonces, Graham se había deteriorado mucho. La ambulancia nos llevó al Centro Walton, y una vez allí supe que era grave”.
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Agregó que Graham fue preparado de inmediato para ser operado y que el equipo médico fue muy profesional, para ella “era obvio que la rapidez era fundamental”.
Un diente roto casi le cuesta la vida
Los médicos encontraron un acceso de tres centímetros en el cerebro de Graham durante la cirugía: “La primera operación para drenar el absceso fue un éxito y Graham comenzó a mejorar”, detalló el hospital, pero su condición se deterioró días después debido a que contrajo una sepsis.
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De acuerdo a la Clínica Cleveland, la sepsis se produce cuando el sistema inmune reacciona de manera peligrosa a una infección, entre los síntomas que produce está la inflamación extensa en todo el cuerpo que puede producir un daño tisular, insuficiencia orgánica e incluso la muerte. Por lo que es considerada una emergencia médica.
Graham recordó que fue llevado a urgencias para que le drenaran el absceso y le dieron altas dosis de antibióticos para ayudar a combatir la infección.
“Mi equipo clínico trabajó para comprender qué estaba sucediendo y descubrió que la infección provenía de una infección en un diente roto que tenía. Fue extraño porque no tenía dolor ni inflamación en la boca que indicara que algo andaba mal”, sostuvo.
El hombre duró seis semanas recuperándose en el hospital. Su esposa explicó que todavía “tiene problemas para comunicase y desplazarse” después de la cirugía y el tratamiento, pero “sigue la terapia y estamos en camino de volver a la normalidad lo más pronto posible”.
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Finalmente, la mujer explicó que todavía es pronto, pero su última evaluación hecha en julio fue alentadora, ante esto agradeció al hospital por salvarle la vida.
(I)
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