Cuando los niveles de glucosa en la sangre son demasiados altos se habla de que la persona tiene diabetes y “con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios”, según describe la OPS. Pero, a pesar de tener su propia clasificación, la Federación Internacional de Diabetes reconoce la diabetes tipo 5 como una forma distinta de la enfermedad.