Para nadie es un secreto que la obesidad es un factor de riesgo para un sinfín de enfermedades crónicas como la hipertensión arterial o la diabetes, especialmente en personas con edades más avanzadas.
En estos casos, los especialistas sugieren seguir una dieta más saludable y practicar ejercicio, lo que conlleva, eventualmente, a bajar de peso. Sin embargo, una reciente investigación advierte que adelgazar de más puede afectar negativamente a la memoria.
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¿Qué efectos tiene bajar de peso en la memoria?
Como reseña el New York Post, un estudio de la Universidad Estatal de Pensilvania descubrió que perder más de un 5% del peso corporal, después de los 65 años, podría acelerar la pérdida de memoria y otras funciones cognitivas.
Esta es una conclusión a la que se llegó tras analizar los cambios en el peso, la masa corporal, la circunferencia de cintura, la memoria y la capacidad de tomar decisiones de más de 4.300 adultos mayores, durante 11 años.
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Muzi Na, líder del estudio, señala que en su muestra se demostró que “las personas cuyo peso variaba, experimentaban disminuciones cognitivas rápidas”, a diferencia de los adultos que mantuvieron un peso estable.
¿Qué implican estos resultados?
Esto podría significar que, aunque el exceso de grasa en la mediana edad puede ser un enemigo de la salud cerebral, en la tercera edad tiene un papel protector frente al deterioro acelerado.
Los expertos advierte que, en este sentido, no es recomendable bajar de peso de manera rápida durante la vejez.
Este consejo preventivo llega justo cuando el uso de medicamentos GLP-1, como el Ozempic, se hace cada vez más popular, no por sus beneficios contra la diabetes tipo 1, sino por su habilidad para hacer adelgazar a cualquiera.
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