Para muchas personas, el tener 27.000 dólares pueden permitirle la facilidad de comprar un auto decente, reparar algo en el hogar o irse de vacaciones; sin embargo, al otro lado del océano, alguien decidió darle un uso distinto a esa cifra de dinero.

Se trata de Andrea Ivanova, una auxiliar de enfermera de 28 años que reside en Sofía, Bulgaria, y gastó esa cantidad de dinero buscando tener los labios más grandes del mundo, reseña The Mirror.

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Pero no ha sido un único procedimiento, y es que la mujer se ha sometido a muchos tratamientos de relleno para sus labios, algo que muchos médicos rechazaron en cierto punto por considerarlo excesivo. Pese a esto, Andrea no detuvo el proceso para alcanzar su meta.

Entre los tratamientos que también ha decidido recibir están las inyecciones de ácido hialurónico hialurónico en el mentón, la mandíbula y los pómulos, también la operación para aumentar la talla de senos con implantes de silicona de 600 cc.

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Su drástica imagen está complementada por un cabello rubio, cejas decoloradas, pestañas postizas y lápiz labial intenso.

La mujer antes lucía un rostro con rasgos más sutiles | Foto: Cortesía The Guardian

En el pasado era muy distinta

Pese a su actual apariencia, en el pasado, la popular influencer lucía completamente distinta, y es que su rostro era más natural, con su piel morena y sus rasgos sutiles.

Aunque para muchos pueden catalogar su apariencia anterior como “más hermosa” en su cuenta de Instagram la siguen más de 38.000 personas.

Andrea Ivanova | Foto: @andrea88476

Su familia la respeta, pero sienten miedo

Ha dicho en el pasado que le gustan las cosas exageradas, como los labios grandes, el rostro con muchos rellenos, maquillaje recargado y excéntrico.

De acuerdo The Daily Mail, la joven también ha admitido que le cuesta hallar el amor debido a su apariencia, pero eso nunca la ha detenido en su objetivo.

“No me gustan las apariencias ordinarias y aburridas; soy fan de las formas enormes y las bellezas excéntricas. La belleza natural me aburre, así que decidí cambiar mi apariencia radicalmente”, explicó.

Su familia no aprueba su cambio de apariencia, pero a ella no la afecta: “Soy una adulta, decido qué hacer con mi cuerpo”. Por su parte, expresa que sus amigos salen con ella sin problemas, la aceptan como es.

“Ya están acostumbrados a verme con los labios grandes, así que ya no les impresiona. Pero mis padres y abuelos me dicen constantemente que tengo los labios enormes y que les doy miedo. No les presto atención”, detalla.

(I)

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