Comer saludable, evitas las gaseosas y llevas una vida dentro de lo que cabe saludable, pero siempre sientes que algo frena tu calidad de vida.
Esa sensación puede estar siendo provocada por emociones negativas que son tan dañinas como los químicos de las comidas ultraprocesadas.
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De esto nos habla la doctora Sandra Besold, especialista en medicina integrativa: “Estrés crónico, resentimiento acumulado, miedo constante, autocrítica excesiva…Todo eso pesa tanto como una comida ultraprocesada, pero a nivel emocional", afirma en una publicación compartida en su cuenta en la red social Instagram @drasandrabesold.
“Las emociones inflaman”
De acuerdo con Besold, “está comprobado que las emociones mal gestionadas también inflaman, intoxican, desregulan tus hormonas y enferman”.
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“No sirve de mucho una alimentación perfecta si la mente vive en estado de alerta”, subraya.
“Los pensamientos acelerados desordenan más que el azúcar en la sangre”, advierte. Por otro lado, “el miedo constante desregula más tus hormonas que una gaseosa”, mientras que el “resentimiento guardado intoxica más que los aditivos alimentarios”.
Además, prosigue, “la autocrítica diaria inflama más que el gluten del pan” y la “insatisfacción crónica pesa más que los efectos de la comida rápida ultraprocesada”. (I)