Paola Herrera, hoy con más de 3 millones de seguidores en Youtube y otros 600 mil en Instagram comenzó con tutoriales sobre maquillaje, pero más tarde cambió sus contenidos animada por personas que le escribían para decirle que gracias a sus videos se sentían mejor y se olvidaban de sus problemas personales.
Pensó que si algo tan superficial como el maquillaje y el cuidado de la piel ayudaba a mujeres a sentirse mejor consideró que debía contar su propia historia: “Dije no me puedo quedar callada”, le cuenta al youtubers Jorge Serratos en su espacio Sinergéticos.
Entonces creó “un video que se llama ¿Por qué lo dejé? Que habla de una relación muy tóxica con una pareja alcohólico”.
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Vivir al lado de un alcohólico
“Ese es uno de mis videos más virales, pero lo que más feliz me hace es a la cantidad de mujeres que le ha ayudado a dejar a su pareja alcohólica, drogadicta (...) Es terrible, sientes que lo tienes que salvar, y sientes que es tu culpa es por ti”.
“Yo estaba segura que su amor por mí lo iba a hacer dejar de tomar, y no podía estar más equivocada, una persona que decide dejar cualquier vicio lo hace por sí mismo. Entre más le dices ‘por favor no tomes’ es como si le pusieras tres botellas para que se las tome”.
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“Me manipulaba mucho, yo sentía que no sabía nada de la vida y lo veía como un gran sabio”, narra Paola que entonces tenía 23 años.
“Cada vez que tomaba se ponía muy agresivo”
“Empecé a dejar de ser yo porque él era también muy celoso y posesivo. Es mucha importancia para el familiar de un alcohólico no poder cambiarlo, porque no depende de ti. Lo más doloroso para mí era que cada vez que tomaba se ponía muy agresivo”.
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¿Cómo se deja una relación tóxica?, “con mucho amor propio, en primer lugar, afirma. “Me dije, me quiero más a mí”.
“El hecho de que alguien sea alcohólico no lo hace una mala persona, está enfermo”, aclara.
“Con todo el dolor de mi corazón le regresé el anillo porque ya estábamos a punto de casarnos, luego puse tierra de por medio y me fui a Londres a trabajar de mesera… al principio yo sentía que me faltaba una pierna, y me sentía como un cascarón de huevo vacío caminando por las calles de Londres, yo limpiaba las mesas y me corrían las lágrimas y sufría, ahora me río de eso", recuerda.
“Pero fue una muy buena decisión sé que sí hubiera pasado una desgracia si yo hubiera seguida así, sí estaba en peligro en mi vida”. (I)
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