En la vida, existen personas que no saben apreciar las atenciones de quienes las rodean, ya sea familiares, amigos o pareja. A menudo, las consecuencias de esta falta de valoración resultan en un vacío irreparable, pero solo cuando ya es demasiado tarde.

Así lo expresó el conferencista Daniel Habif en un video compartido en su perfil de Instagram, donde aseguró que estas personas “tienen gente muy buena, muy cerca de ellas, pero las tratan como si fueran reemplazables o desechables. Y cuando finalmente se dan cuenta, ya no queda nadie esperando a su lado. Porque hasta la paciencia más noble se cansa, queridos”.

Habif explicó que incluso el corazón más leal llega a romperse y que esa es la tragedia de quienes no saben agradecer a tiempo. Señaló que, aunque tienen todo, actúan como si nada fuera suficiente, perdiéndolo todo sin que nadie los traicione, quedándose solos sin que nadie los abandone.

Publicidad

De hecho, no fue el otro quien se fue, sino fue su indiferencia lo que los empujó. No fue el amor lo que se acabó, sino fue su falta de cuidado lo que lo marchitó. Y entonces lloran, pero ya no hay hombros. Buscan, pero ya no hay puertas abiertas. Porque la vida tiene una regla: lo que no valoras, se va. Y lo que ignoras, se cansa”, sentenció Habif.

Agregó que, para muchos, ese despertar nunca llega, y siguen creyendo que el mundo está en deuda con ellos, que merecen todo sin dar nada, y que el amor siempre tendrá prórrogas para ellos. “Entonces envejecen rodeados de gente que los tolera, pero que no los ama. Recuerdan momentos, pero no tienen con quién compartirlos”, señaló.

“Eso es lo que ocurre cuando confundes presencia con permanencia. La gente se queda hasta que aprende a irse. Y si se van, te lo mereces”, concluyó Daniel Habif.